Desde su aparición, las criptomonedas como el bitcoin, han ido ganado terreno como alternativa para operaciones virtuales y para establecer un nicho para millones de dólares, sin tener que reunir requisitos de tipo legal. Por esta misma razón, se transformaron en el vehículo ideal para monetizar las transacciones fuera de la ley que se realizan a través de internet. Con el tiempo el Bitcoin se convirtió en la moneda virtual más importante y numerosos inversionistas han mudado parte de sus activos en monedas a de curso legal al Bitcoin. Fuera de toda regulación, las criptomonedas hoy están en la mira de numerosos países para establecer una suerte de regulación que impida que se transforme, de manera definitiva, en el medio de pago para las operaciones de todo tipo de ciberdelincuentes

El Bitcoin, la UE y China

No caben dudas, que, desde su creación, en 2008, el Bitcoin se ha convertido en la moneda virtual más conocida y más utilizada como alternativa de inversión en los mercados de divisas. Fuera de todo control por parte de entidades monetarias, las operaciones con bitcoins son anónimas, descentralizadas e irreversibles.

Estas características del Bitcoin la convirtió en una opción irresistible para valorizar todo tipo de operaciones ilegales en la red. Los sitios de compras de productos ilegales en internet – armas, drogas y objetos de valor robados -, los secuestros de equipos informáticos ejecutados por hackers están valorizados y los “rescates” deben pagarse en Bitcoins.

En la actualidad, hay en circulación más de 16 mil millones de dólares en Bitcoins. Por estos días, el Banco Popular de China se vio obligado a tomar una serie de medidas con entidades financieras que operan en el mercado de la divisa virtual, debido a que ha estado siendo utilizada como vehículo para la fuga de capitales sin dejar rastros. Esto ha provocado una importante suba en la cotización de esta moneda.

Por su parte, el Consejo de la Unión Europea ha comenzado a debatir el tema de imponer regulaciones que permitan terminar con el anonimato de estas transacciones, ya que considera que el Bitcoin es utilizado como un vehículo para ingresar divisas al mercado legal, producto de actividades terroristas.

Los ciberdelincuentes buscan alternativas

Los responsables de actividades ilegales en internet, buscan contar con nuevas alternativas al Bitcoin, para capitalizar sus actividades delictivas ante posibles normas regulatorias. Es así que han comenzado a cobrar fuerza las operaciones tomando como medio de pago otras cibermonedas de más reciente aparición.

En 2014 fue creada Monero, una criptodivisa que ha saltado a la fama ya que recientemente se anunció que el sitio de internet AlphaBay la aceptará como medio de pago para los productos ilegales que ofrece. Entre ellos armas, drogas y objetos de valor robados.

En la actualidad, circulan unos 13 millones de dólares en Monero. Y el empuje de esta moneda y otras como Z-Cash, están basadas en que el anonimato llega al punto que las operaciones con estas monedas ni siquiera son conocidas por las entidades supervisoras.

Para uno de los especialistas del Grupo Barrabés, dedicado a las operaciones de Cadenas de Bloques – en las que se basa el funcionamiento del Bitcoin – es necesario que las entidades que operan en el circuito de las monedas virtuales sean objeto de regulaciones que permitan abandonar el anonimato de las operaciones. Esto dejará sin el sustento fundamental que el Bitcoin y el resto de las divisas virtuales poseen y les dará a las operaciones mayor transparencia. Por lo pronto, es improbable que algún banco central le dé a estas monedas estatus de curso legal.

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