Luego de casi cuatro años de vigencia, el Banco Central Europeo decidió poner fin a su plan es estímulos. A partir de este mes, la flexibilización cuantitativa será historia. La entidad monetaria de la Unión Europea dejará de comprar bonos por un valor de 15 mil millones de euros mensuales. La medida, aunque no sorprende, se toma en un escenario económico donde las tendencias a la desaceleración predominan. Las autoridades del Banco Central Europeo mantuvieron sin cambios las tasas de interés y no habrá, al menos por ahora, mayores definiciones al respecto. El presidente del banco central, Mario Draghi dio a conocer las perspectivas y proyecciones económicas para los próximos años.

Adiós a la flexibilización cuantitativa

Finalmente, el Banco Central Europeo abandonará este mes su política de apoyo monetario masivo a las entidades financieras de la zona del euro. La flexibilización cuantitativa como plan de estímulos dejará de existir, de acuerdo con los informado por los funcionarios del BCE.

La decisión fue adoptada en la reunión de política monetaria del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo y estaba previsto que esto ocurriera. Luego de la comunicación, el presidente brindó una conferencia de prensa donde presento las perspectivas económicas.

Durante la vigencia de la flexibilización cuantitativa, el BCE destinó más de 3 billones de dólares a sostener al sistema financiero a través de la compra de bonos.

Este plan de estímulos comenzó a regir a partir de marzo de 2015. El banco central instrumento la QE poco después de que la Reserva Federal de Estados Unidos tomara medidas similares. El objetivo fue evitar un proceso deflacionario luego de la crisis de 2008 y estimular la toma de riesgos.

Para algunos sectores, la flexibilización cuantitativa poco aportó al desarrollo económico de la Unión Europea. En el último año, este programa de estímulos fue muy cuestionado por las economías más fuertes de la Eurozona. Alemania dijo que la flexibilización cuantitativa permitía que algunos gobiernos, como el de Italia, evadiera las tareas de una reforma financiera.

¿El momento oportuno?

El Banco Central Europeo mantendrá, al menos hasta el primer semestre de 2019, su política sobre tasas de interés. Pero, lo que ahora estará al debate es si el retiro del apoyo monetario se produce en un momento oportuno.

La economía europea – al igual que la global – comienza a mostrar signos de desaceleración. Existen también algunos factores que aumentan las dudas sobre la decisión adoptada. La política proteccionista de Donald Trump, la fragilidad de la economía italiana y las indefiniciones respecto al Brexit son algunos de esos factores. Esto, sin considerar las tensiones políticas que se viven en Francia.

Mario Draghi explicó que el BCE reinvertirá los ingresos provenientes de los bonos adquiridos como forma de mantener un nivel de estímulos. La compra masiva de bonos agregó 3 billones de dólares al balance del banco central.

Proyecciones en baja

En la conferencia de prensa ofrecida por Mario Draghi, se puso en evidencia una reevaluación de las perspectivas de crecimiento económico y de inflación. El BCE revisó todos los datos a la baja.

Las expectativas en el crecimiento del PIB pasaron del 2% al 1,9% para 2018. Para el año 2019, las proyecciones se redujeron del 1,8% al 1,7%. Con respecto a la inflación, el Banco Central Europeo bajó sus perspectivas para este año del 1,8% al 1,7%.

Hubo un cambio en el lenguaje de la entidad. Ahora se sostiene que la “confianza continua, pero con mayor cautela” y los riesgos están “moviéndose a la baja”. Estos señalamientos empujaron a la moneda común a una pérdida de valor. El euro se contrajo un 0,04% con respecto al dólar.

Un concepto que sorprendió. Para el presidente del BCE, la flexibilización cuantitativa ya forma parte del bagaje de herramientas del banco y será utilizado cuando sea necesario.