El crecimiento económico que viene registrándose a nivel global y, también, en los Estados Unidos, puede traer consecuencias no deseadas para algunos sectores. El aumento de las tasas de interés, por parte de la Reserva Federal, podrían ser un pesado lastre para todos aquellos consumidores que han cargado sus deudas a las tarjetas de crédito. El consumo a través del plástico se ha incrementado con fuerza en el último año y, de la misma manera, se ha verificado un crecimiento de la morosidad en el pago de los resúmenes.

Las tasas de interés aumentan, los peligros para los consumidores también

La Reserva Federal dio por inaugurada, el 21 de marzo pasado, la temporada anual de aumentos de tasas de interés. Y esto podría ser toda una complicación para los consumidores que durante 2017 han hecho crecer sus deudas en tarjetas de crédito.

Los buenos tiempos que corren para la economía podrían estar creando un exceso de confianza entre los consumidores que, han incrementado el uso de las tarjetas de crédito elevando considerablemente su nivel de endeudamiento. El uso de tarjetas de crédito aumento durante 2017, un 9,4% y alcanzó los 3,5 billones de dólares. De la misma manera, en el cuarto trimestre del año pasado, la morosidad en el pago se equiparó con 2007, previo a la crisis financiera.

El otro dato que importa es el aumento de la tasa Libor – una tasa de referencia para préstamos interbancarios – que alcanzó el 2,3% para préstamos a 3 meses. Esto abre un abanico de dificultades para aquellas empresas que buscan refinanciar sus deudas.

Para Debt Reduction Services Inc., una organización sin fines de lucro que asesora a personas con riesgos crediticios, el exceso de confianza de los consumidores puede ser nocivo ya que eleva considerablemente los gastos con tarjetas de crédito.

En la última década, se ha registrado un fuerte incremento del endeudamiento hogareño para la compra de automóviles y préstamos estudiantiles.

Malo, pero no tanto

Luego de la crisis de 2008, muchos consumidores norteamericanos han aprendido algunas lecciones. Es posible que los aumentos de las tasas de interés, por parte de la reserva Federal, impacten poco en el bolsillo de consumidor que, conscientemente, ha contraído la mayoría de sus deudas para la compra de un vehículo, hipoteca o préstamo estudiantil a una tasa fija a largo plazo.

En la actualidad, los créditos hipotecarios a tasas ajustables – conocidos como ARM – se han convertido en una rareza, la mayoría de los consumidores están evitando lo que fue uno de los desencadenantes de la crisis de las hipotecas.

De todos modos, a pesar del crecimiento económico, existe un estancamiento real de los salarios y los consumos con tarjetas de crédito aumentan, impulsados por las facilidades que están ofreciendo los bancos emisores. De aquí surge un dato preocupante, menos del 40% de los consumidores paga mensualmente la totalidad de sus gastos con tarjetas de crédito. Más allá de las tasas de interés de la Reserva Federal, existe un crecimiento preocupante de los niveles de deuda hogareña y, según Debt Reduction Services Inc., los márgenes de maniobra para afrontar las deudas se va achicando.