2017 se ha convertido en un año dramático para la divisa norteamericana. El dólar ha sido la moneda que registra las mayores pérdidas entre las 16 principales divisas del mundo. Una conjunción de factores ha llevado a la moneda de la primera economía mundial a esta situación. Las constantes crisis políticas que sacuden a la Casa Blanca, a sólo ocho meses de asumida la administración Trump, y las acciones de la Reserva Federal, en cuanto a la política monetaria, están empujando a los hombres del mercado a comenzar a apostar fuerte a un dólar débil.
¿Qué pretende Trump del dólar?
Los hombres y mujeres que hoy habitan en la Casa Blanca, acompañando a Donald Trump, han debido dedicar la mayor parte de su tiempo a apagar incendios que a gobernar. Al parecer, las crisis estallan una detrás de otra.
El triunfo electoral de Trump impactó fuerte en el dólar que comenzó a subir, empujado por las promesas de campaña que hablaban de una fuerte inversión en infraestructura y la reducción de la carga impositiva a los sectores corporativos. Ni uno ni otro se han hecho realidad, y nada indica que vayan a serlo en el corto plazo.
Como una cruzada de “vida o muerte”, Donald Trump se lanzó a la modificación del Obamacare y ya puede anotar el tema entre los fracasos importantes de su gestión. La modificación de la ley de salud produjo grietas importantes, inclusive en el seno de su propio partido.
Cada golpe político que retumba con fuerza en la Casa Blanca se convierte en un nuevo escalón hacia abajo del dólar. Hace casi un año, luego del triunfo de Trump, el dólar mandaba al euro a su nivel más bajo en casi 14 años. Hoy, la moneda europea está por encima de los 1,1845 dólares y se espera que alcance 1,20 dólares en el próximo año.
Para los analistas, el mercado de divisas es un reflejo de cómo se percibe la economía y la política de un país, en contraste con otros, a través de sus monedas. En el mercado, los fondos de cobertura continúan apostando a la baja del dólar.
Las políticas monetarias de la FED
Adjudicarle el drama del dólar solamente a la política económica de la administración Trump sería no ver toda la película. Los débiles datos económicos relacionados al consumo al puesto en cuestión la política de elevación de tasas de la Reserva Federal y esto también está conspirando contra el dólar.
La inflación que no llega a los niveles esperados y la necesidad de un plan de reducción del balance del organismo monetario mantienen en la incertidumbre las posibilidades de un fortalecimiento de la moneda.
Los observadores no dudan en recordar que, en algunas ocasiones, el presidente Trump deslizó su interés en un dólar débil que colabore con la industria manufacturera norteamericana, como parte de su “programa” “América Primero”. No caben dudas que esto golpea con una política a largo plazo de dólar fuerte.
La pérdida de confianza en el gobierno norteamericano plantea que “vamos a ver una debilidad continua en el dólar”, según Kristina Hooper, estratega de Invesco.
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