Más allá del debate respecto a las causas del dólar débil, éste podría ser el impulsor de un lento crecimiento de la economía de Estados Unidos. La moneda norteamericana se ha debilitado alrededor de un 8% respecto a las monedas de sus principales socios comerciales, particularmente frente al euro, donde mostró una caída del 15% desde principios de 2017. Donald Trump es uno de los que se enrola en una política de dólar débil.

Las razones del dólar débil y el crecimiento de Estados Unidos

Si buscamos las causas que están ocasionando que la moneda de Estados Unidos se haya debilitado frente a las principales divisas del mundo, hay que hacer referencia a un mayor grado de estabilidad económica que aparece en muchos de los principales países del mundo.

Europa, luego de varios años de transitar por diversas crisis políticas y fiscales, parece haber encontrado su camino hacia el crecimiento sostenido, superando a los Estados Unidos durante 2017. En este escenario, las autoridades del Banco Central Europeo ya analizan la salida de sus planes de estímulo, con un euro que se viene fortaleciendo.

Donald Trump, finalmente, dejó sólo para sus discursos sus acciones contra las exportaciones mexicanas hacia EEUU y esto ha provocado que el peso mexicano se revaluara un 28% con respecto al dólar.

Es cierto que un dólar débil tiene sus desventajas: el poder adquisitivo de la moneda estadounidense se debilita en el mundo. Viajar al exterior se vuelve más caro y los artículos importados aumentan sus precios.

Ahora bien, este dólar débil, contribuye a que las exportaciones norteamericanas se vuelvan más baratas en el extranjero, lo que redunda en un impulso a la producción del país con destino a los mercados mundiales. Un dato que refleja esta realidad es que en junio las exportaciones aumentaron un 7% con respecto al año anterior, revirtiendo una caída de las mismas del 9% entre 2014 y 2016.

La producción manufacturera ha sido una de las beneficiadas con el dólar débil. Creció un 1,4% en junio, respecto al año anterior. En los años 2015 y 2016 la producción registró descensos.

La opinión de los involucrados

Es sabido que Donald Trump es un ferviente adherente al dólar débil. Hace un mes, en una entrevista en The Wall Street Journal dijo “Me gusta el dólar débil…muchas cosas malas suceden con un dólar fuerte”.

En un sentido similar se expresó Chad Moutray de la Asociación Nacional de Fabricantes que dio que el dólar débil se ha convertido en un impulsor del crecimiento económico general, en medio de muchas incertidumbres para la economía.

Otro sector altamente beneficiado con el dólar débil son las multinacionales que reciben ganancias en el extranjero en otras divisas como yuanes, euros o pesos mexicano. La rentabilidad de los inversores se ve incrementada cuando esas ganancias se transforman, luego, en dólares.

El dólar débil y la FED

Para la Reserva Federal de los Estados Unidos, el dólar débil se ha convertido en una suerte de aliado inesperado en medio de un escenario en el cual la inflación no alcanza los objetivos deseados y el consumo se manifiesta muy plano.

Un alza en los precios es los que la FED espera y esta suba podría provenir de la suba de las importaciones, una de las utilidades del dólar débil.

La mayor parte de los observadores ha señalado que el descenso de la moneda norteamericana se ha producido de manera atenuada. Una caída brusca de la divisa hubiera impactado de forma desestabilizadora en los mercados financieros.

Mientras los planes de reducción de impuestos corporativos y el impulso a un plan de obras de infraestructura – caballos de batalla de la campaña electoral de la actual administración – continúen paralizados en el Congreso, el dólar débil será quien impulse, en cierta forma, la economía de Estados Unidos.