La moneda australiana sufrió una nueva baja con relación al dólar norteamericano, a la par de que se amplía la brecha en las tasas de interés. La debilidad del dólar australiano es vista como una señal para un crecimiento económico, por parte de los funcionarios del Reserve Bank of Australia. El Aussie – como se la llama “cariñosamente” a la moneda – podría extender su caída hasta el próximo año. El diferencial entre las tasas de interés también podría ampliarse. Después de muchos años, el escenario esperado por el RBA se cumple.
La debilidad del dólar australiano
No hay festejos estridentes en los despachos del Reserve Bank of Australia. Pero, los funcionarios se muestran satisfechos con el escenario de debilidad del dólar australiano, frente a la moneda norteamericana. Sucede que esta debilidad, de acuerdo con los funcionarios del banco central de Australia, fomentará el crecimiento económico. También esperan que las contrataciones y los salarios crezcan.
El dólar australiano ha retrocedido un 11% desde su máximo nivel alcanzado en enero de este año. La brecha entre la tasa de referencia de la Reserva Federal y la tasa de efectivo del RBA es, ahora, de 75 puntos básicos.
Para el gobernador del banco central, Philip Lowe, este es el escenario perfecto. Aunque, parte de la debilidad del dólar australiano se debe a algunos informes económicos que no ayudan. Este miércoles, un informe que indica que la aprobación de nuevos edificios cayó un 9,4% en agosto, derrumbó la moneda. El dólar australiano descendió hasta los 0,7166 dólares, para luego recuperarse en 0,7172.
El escenario que llegó demorado
Hace algunos años, los funcionarios del Reserve Bank of Australia imaginaban un escenario económico basado en la recuperación de Estados Unidos. Para el RBA, a medida que la economía norteamericana se recuperaba, la Reserva Federal endurecería su política monetaria.
De esta manera, el dólar australiano se debilitaría y el banco central podría continuar una política de tasas más bajas, que favorecerían la economía del país oceánico.
Sin embargo, nada de eso ocurrió. La recuperación de la economía norteamericana siguió su curso y durante un tiempo prolongado, la FED mantuvo una inquietante pasividad. El escenario imaginado por el RBA no aparecía.
Ahora, con una Reserva Federal algo más dura, los funcionarios ven debilitarse al dólar australiano y creen que el momento tan ansiado ha llegado.
Algunos operadores del mercado de divisas creen que la situación se extenderá. La moneda podría caer hasta los 68 centavos de dólar. También es cierto que algunos grandes corredores deberán enfrentar el hecho de haber propuesto a sus clientes tomar una entrada en el par AUD/USD en 0,7285, para tomar beneficios en 0,7360. Muy lejos habrá quedado esa recomendación.
Con la Reserva Federal confirmando su hoja de ruta para la tasa de referencia, el diferencial de tasas seguirá ampliándose y veremos un dólar australiano más débil. Los funcionarios del RBA deberán considerar un escenario más amplio. La guerra comercial está conspirando contra el precio de las materias primas y eso no será saludable para la economía de Australia.
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