Una nueva escalada en el conflicto comercial entre Estados Unidos y China terminó derrumbando los mercados bursátiles este lunes. La devaluación del yuan como represalia al aumento de aranceles dispuesto por Donald Trump provocó una venta masiva de acciones. Además, el gobierno chino ordenó la suspensión de la compra de productos agrícolas norteamericanos. Junto con la caía de las acciones, los activos de refugio subieron. El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años llegó a su nivel más bajo desde la crisis financiera. El precio del bitcoin también se vio beneficiado con la devaluación del yuan. El presidente norteamericano volvió a acusar a China de manipular su moneda.
China toma represalias y permite la devaluación del yuan
A pesar de la insistencia del banco central chino de no usar la moneda para contrarrestar la guerra comercial, la realidad parece ser otra. Este lunes, la devaluación del yuan hizo que la moneda china cayera a más de 7 unidades por dólar. El precio más bajo en 10 años.
Rápidamente, los temores se apoderaron de los mercados bursátiles y los inversores apostaron por una venta masiva de acciones. El S&P 500 cae un 3,43% y ya acumula una baja del 5,32% en lo que va de agosto. El Nasdaq retrocede un 3,83% y el Dow Jones lo hace un 3,18%.
Horas antes, los mercados europeos también recibieron el impacto de la devaluación del yuan. El Stoxx Europe 600 cayó un 1,93%. En el Reino Unido, el FTSE 100 registró un comportamiento negativo del 2,47%.
A medida que el declive de los mercados bursátiles se acentuaba durante la jornada del lunes, los activos de refugio sumaban nuevos récords. El oro alcanzó los 1.500 dólares por onza. Los bonos del Tesoro a 10 años subían, haciendo que el rendimiento perdiera 11 puntos básicos y se colocara en 1,73%.
Como consecuencia de los bruscos movimientos del lunes, el índice de volatilidad CBOE aumentó un 33%.
Una guerra comercial sin fin
La semana pasada, el mismo día que los representantes de Estados Unidos y China reanudaban las negociaciones, Donald Trump redobló su apuesta. Amenazó con extender los aranceles a 300 mil millones de dólares de productos chinos.
Esta vez, la respuesta de Beijing no se hizo esperar. El Banco Central de China dejó correr la devaluación del yuan. De esta manera, China deja en claro que no ve perspectivas a corto plazo de acuerdos y está dispuesta a devolver golpe por golpe.
Por otro lado, el gobierno de Xi Jinping “recomendó” a las empresas china suspender la compra de productos agrícolas de Estados Unidos. La medida podría golpear en aquellos estados de la Unión donde Donald Trump tiene una fuerte intención de voto.
Con estas medidas, China apuesta a que las próximas negociaciones se realicen con un demócrata ocupando el Salón Oval.
Mientras tanto, la devaluación del yuan se ha convertido en un factor de peso en el proceso de desaceleración económica a nivel global.
La Reserva Federal deberá escrutar sus propias decisiones. El presidente Trump ha redoblado la presión para que el banco central colabora en contrarrestar las medidas adoptadas por China.
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