El Deutsche Bank acaba de anunciar un audaz y radical plan de reconversión que le permita salir de la zona de pérdidas. Luego de numerosos intentos parciales, Christian Sewing, CEO de la entidad bancaria alemana, anunció un programa que prevé el recorte de puestos de trabajo y un banco orientado al sector nacional. Los observadores consideran “necesario” el giro que ha resulto el Deutsche Bank, aunque algunos creen que será insuficiente para recuperar a la entidad. Los inversores, en principio, no ven el plan con buenos ojos y las acciones del banco retroceden.
Una medida que llega tarde para el Deutsche Bank
Desde hace años, el Deutsche Bank viene atravesando una complicada situación financiera. La crisis de 2008 sumió a la entidad alemana en un proceso difícil de sobrellevar. Su Director Financiero, Christian Sewing intentó diversos caminos para remontar los resultados, pero todos fueron insuficientes. La intervención del gobierno de Merkel propició una fusión con el Commerzbank, que tampoco superó los obstáculos objetivos.
Al parecer, ha llegado el momento de hacer cirugía mayor al que fuera el mayor banco de Europa. Los planes cautelosos, que defendió Sewing desde su nombramiento en abril de 2018, no dieron los resultados esperados.
Luego de su nombramiento, el CEO del Deutsche Bank desoyó la recomendación de cerrar la división de comercio de acciones e inversiones. Pero, a principios de 2019, el reporte anual de ganancias de 2018 indicaba que esa división había perdido 750 millones de dólares. Sewing y su equipo creen que llegó la hora de cambiar radicalmente.
El cierre de las divisiones menos rentables implica un recorte de 18 mil puestos de trabajo. El sindicato que representa a los trabajadores del Deutsche Bank le dio el visto bueno al cierre del banco de inversión y solicitó que los despidos sean “socialmente compatibles”.
Una vuelta a los orígenes
Los planes de reconversión del Deutsche Bank incluyen un retorno a las raíces de la fundación del banco hace 150 años. La idea es fortalecer el nicho más importante que ha tenido la entidad, ser un banco corporativo, destinado a sostener a la industria alemana.
La propuesta es “enfocar a nuestro banco en donde somos más competitivos” señaló Sewing. Al mismo tiempo reconoció que no pueden enfrentarse a los gigantes financieros globales.
Algunos indicadores se mostraron alentados por los anuncios. El costo de la protección crediticia sobre la deuda riesgosa cayó 13 puntos básicos. El nivel más bajo desde marzo. Sin embargo, algunos sectores creen que las medidas son insuficientes. Desde Goldman Sachs Group Inc. sostuvieron que el objetivo de un 8% de capital tangible para 2022 es ambicioso pero pobre comparado con sus competidores.
Los inversores no parecen estar muy convencidos con los planes de reconversión del Deutsche Bank. Luego del anuncio, hubo una leve suba de las acciones de la entidad, pero con el correr de las horas acumuló una caída del 5,77%.
Habrá que ver si los tenedores de acciones más estoicos están dispuestos a esperar hasta 2022. Ya llevan 8 años sin recibir dividendos que motiven a mantener las acciones en cartera.
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