Cuando en septiembre de este año se conoció la multa que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos le aplicó al Deutsche Bank, por 14.000 millones de dólares, sus acciones se desplomaban y el mayor banco de Europa se convertía en un abrir y cerrar de ojos en la peor pesadilla de los mercados.

Nadie pudo substraerse a ver en el Deutsche Bank a un nuevo Lehman Brothers. Finalmente, y a modo de “regalo de navidad”, las justicia de los Estados Unidos y el banco alemán llegaron a un acuerdo por una cifra cercano a los 7.200 millones de dólares y algunas cláusulas que establecen beneficios para los ahorristas y clientes del banco en América.

La noticia trajo cierto alivio a los mercados financieros, pero los problemas del Deutsche Bank son más profundos que los provocados por la multa.

El “septiembre negro” del Deutsche Bank

El banco alemán fue multado por la justicia norteamericana, por su intervención dudosamente clara en las operaciones con las hipotecas subprime, durante la crisis de 2007 – 2008. Al conocerse que la multa sería de 14.000 millones de dólares, todos temieron por la fragilidad del banco para hacer frente al compromiso.

Sus acciones se desplomaron a menos de 10 euros cada una, su nivel más bajo de la historia. A tal punto que la valoración del banco más importante de Europa llegó a ser equivalente a la multa que estaba en danza.

Desde aquel momento, las acciones han venido repuntado lentamente y el acuerdo alcanzado le ha dado un nuevo empujón alcista. Hoy el valor de la acción se acerca a los 18% dólares. Es decir, qué quienes apostaron en medio de la crisis de Deutsche Bank, posiblemente hayan obtenido importantes beneficios.

Además de los 7.200 millones de dólares, se han establecido una serie de cláusulas en el acuerdo que incorporan algunos beneficios para los ahorristas norteamericanos del banco. La justicia de los Estados Unidos no perdió la oportunidad de obtener algunos beneficios para su golpeado y desprestigiado sistema de créditos hipotecarios, a costa de los manejos turbios del Deutsche Bank.

La salud del Deutsche Bank

Es cierto que alcanzar un acuerdo que implica pagar la mitad de los que se pretendía en un principio es un gran alivio, tanto para el banco como para todo el sistema financiero. Pero la multa es sólo la punta de iceberg, en la crisis del Deutsche Bank.

Para las autoridades del FMI, el Deutsche Bank se ha convertido en uno de los bancos más peligrosos y esto tiene que ver con su enorme nivel de apalancamiento. La relación entre el total de sus activos y su capital es de apenas el 3%.

El riesgo de una caída es permanente y hasta el día de hoy, la posición del gobierno de Angela Merkel con respecto al banco es poco clara. El Deutsche Bank ya ha anunciado que no necesitará de una política de rescate para hacer frente a la multa. De todos modos, las preocupaciones están puestas a futuro.

La reducción de la multa – a casi la mitad – esconde un componente político importante. Nadie, a ambos lados del Atlántico, quiere la caída del Deutsche Bank porque el efecto arrastre pondría a todo el sistema financiero al borde de una crisis de magnitud incalculable. El arreglo trae tranquilidad, pero el paciente continúa en cuidados intensivos.

Gráfico Diario Acción del Deutsche Bank