El gobierno chino está decidido a tomar el toro por las astas. El enorme endeudamiento privado y estatal ha transformado a la deuda china en un monstruo gigantes y temible. El problema es que el origen de este “Frankenstein” financiero fue el propio gobierno, impulsando durante casi una década el apalancamiento de las instituciones financieras. Llegó la hora de ponerle freno y las autoridades analizan diferentes medidas para que el proceso no afecte el desarrollo de la segunda economía mundial.
La deuda china y los riesgos de una burbuja financiera
Fue el propio gobierno de la República Popular China el que desde 2008 comenzó a estimular los niveles de apalancamiento, con el objetivo de minimizar los efectos de una desaceleración de la economía, por debajo de un 10% de crecimiento.
Los propios medios de comunicación estatales han calificado a este apalancamiento como el “pecado original” en el crecimiento de la deuda china. Pero, un pecado se “lava”, acá se trata de desactivar una potente bomba que podría tener efectos devastadores.
El desapalancamiento que impulsa el presidente Xi Jinping, al margen de algunas medidas y recomendaciones, no ha comenzado ya que, según los analistas, se está tratando de prevenir males mayores en el camino de reducirlo.
El apalancamiento que dio origen a esta enorme deuda china se encuentra distribuido en una enorme variedad de activos en China. La amplitud de las medidas para reducir sus niveles puede llegar a ser sorprendente.
Una montaña de productos en la deuda china
Una diversidad importante de productos financieros compone hoy el enorme apalancamiento que dio origen a la deuda china.
Los Wealth Management Products (WMP) encabeza la lista y fueron los de mayor crecimiento en los últimos años.
Estos WMP’s ofrecen a los ahorristas rendimientos mayores a las tasas ofrecidas por depósitos de parte de los bancos.
El volumen de WMP’s ha disminuido este año como resultado de las medidas de regulación que se han comenzado a instrumentar. Sin embargo, esto motivó un crecimiento de los rendimientos ofrecidos, tratando de capturar esos fondos. El gobierno chino ha presionado sobre algunos prestamistas para que reduzcan las tarifas que ofrecen.
En otro terreno del apalancamiento, el gobierno está tomando acción sobre el Shadow Banking, considerado el responsable del aumento en los precios de las viviendas. El gobierno, a partir de este año, ha prohibido que el capital privado preste a los desarrolladores para la adquisición de tierras.
Otra de las medidas impulsadas por el gobierno para controlar la deuda china es aumentar los costos de financiamiento en los mercados monetarios. La medida está dirigida, fundamentalmente, a los acuerdos de recompra.
Por el lado de los certificados negociables de depósitos (NCD), el gobierno ha dispuesto que las entidades comenzaran a clasificar a los NCD’s como pasivos interbancarios, como forma de frenar el crecimiento de estos instrumentos. Sin embargo, el mes pasado los NCD’s alcanzaron niveles récords.
El gobierno chino deberá desarrollar todo su ingenio para controlar al monstruo del apalancamiento que anida en la deuda china, sin afectar los normales niveles de crecimiento.
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