Lejos de las miradas indiscretas de los inversores comunes de Wall Street, opera un exclusivo club que reúne a los traders más destacados. El ingreso a este club donde se llevan adelante operaciones con swaps y derivados requiere de una abultada billetera. Como una suerte de logia secreta, los traders más ricos y exitosos obtienen el mayor galardón que se pueda esperar: los acuerdos de ISDA. Una investigación exclusiva de Alastair Marsh, para Bloomberg, intenta desentrañar el funcionamiento de este lugar selectivo, donde los negocios más suculentos de los mercados financieros tienen lugar.

Los grandes cazadores de los mercados financieros tienen su club

Nadie conoce su nombre. Es probable que carezca de una verdadera partida de bautismo. Tampoco es posible conocer su dirección. Los directorios ordinarios del mundo de las finanzas no hablan de él. Pero, el club existe, según nos relata Alastair March.

Ingresar a este club no es fácil y uno de los requisitos más importantes es tener, al menos, 25 millones de dólares en la billetera. Una vez que un trader logra superar esta dificultad, allí es posible convertirse en una super empresa unipersonal del comercio en los mercados financieros.

El atractivo de este club de traders es que, una vez adentro, tendrás acceso a un preciado premio: los acuerdos maestros de ISDA, que permiten negociar con swaps y derivados. Productos complejos que sólo podrían ser operados por aquellas instituciones que están en condiciones de manejar miles de millones de dólares.

Una nómina casi desconocida

Bucear en la nómina de integrantes de este club para traders de elite no es fácil. Al parecer, no existe un listado de tallado de sus membresías ni es posible ingresar con tu perfil de Facebook. Se cree que, en algún momento, este club contó con alrededor de 3 mil miembros. Hoy, y luego de la crisis de 2008, los miembros se han reducido bastante. Sólo se ha logrado conocer a 12 de sus miembros más importantes.

No todos cuentan con el billete dorado, hallado dentro de un chocolate, para conocer la fábrica de Willy Wonka. Pero, hay destacados nombres como los de Chris Rokos y Michael Platt destacados hombres de los hedge funds. Bancos como el Deutsche Bank y Goldman Sachs tienen a sus hombres fuertes como socios en este club. De hecho, aquí existe una particularidad, estos hombres pueden comercializar con sus bancos como clientes.

Los bancos, de buen grado aceptan esto, ya que en los acuerdos de derivados extrabursátiles de ISDA, estos pueden llegar a percibir hasta dos y tres veces más que con una compañía ordinaria.

El propio Rokos, con un patrimonio de 1,2 mil millones de dólares, y que opera su propio fondo de cobertura, luego de haber si fundador de Brevan Howard Asset Management, logró colocarse en ambos lados del mostrador de este club, al convertirse en contraparte de los acuerdos de ISDA. El hombre siempre ganaba, aunque el comercio fuera en su contra.

Acuerdos de ISDA, la medalla dorada

Los integrantes de este club logran obtener, junto con su membresía, la “insignia” de los acuerdos de ISDA. Con este pergamino podrán comerciar swaps y derivados con entidades bancarias, en acuerdos extrabursátiles donde los términos se establecen entre ambas partes.

Para el intercambio de swaps y otros derivados, no sólo hay que contar con el acuerdo de ISDA, es necesario disponer de un importante patrimonio. Se ha podido saber que Citigroup exige un patrimonio de 25 millones de dólares para operar con estos instrumentos y hacer un depósito en la entidad de, al menos, 5 millones.

Una de las razones por las que este club es considerado tan exclusivo, tiene que ver con que las operaciones se realizan muy alejadas de las indiscretas miradas de los hombres y mujeres de Wall Street.

Muchos prestigiosos hombres de las finanzas han obtenidos su licencia de ISDA y hasta han comerciado con sus propios empleadores, entidades financieras de envergadura.

Debido a que un acuerdo ISDA no establece la existencia de una cámara compensadora para los comercios, luego de la crisis financiera, los requisitos para obtenerlo a nivel personal se han endurecido. Entre ellos, contar con un importante capital para operar.

No es sencillo encontrar este club de elite. Como no lo fue la investigación llevada adelante por Alastair Marsh. Los traders que quieran ingresar a él, no sólo deberán contar con el patrimonio necesario, también deberán contar con una extensa y exclusiva red de contactos que les permitan “obtener la dirección”.