Los mercados de renta fija comienzan a preguntarse qué sucederá con el mercado de bonos del Tesoro una vez que la Reserva Federal inicie la reducción de su balance. Los inversores se preguntan si el diferencial de tasas a corto y largo plazo – Term Premium – se reacomodará con las nuevas reglas. A pesar de la reducción del balance de la FED es muy probable que los rendimientos se mantengan contenidos.

¿Cómo se comportará el mercado de bonos del Tesoro?

Cuando la Reserva Federal lanzó su programa de Flexibilización Cuantitativa y comenzó con la compra de títulos de deuda, en medio de la crisis, los rendimientos, en los hechos, fueron prácticamente suprimidos, y con ellos la Term Premium.

La tasa extra que los inversores en deuda del gobierno reciben por direccionar sus inversiones en bonos del Tesoro a largo plazo quedó reducida a su mínima expresión. Ahora, que la FED comienza a desprenderse de 4,5 billones de dólares en títulos acumulados durante todos estos años – bonos del Tesoro y títulos respaldado en hipotecas -, los analistas no están convencidos que la situación vaya a revertirse.

Desde el Credit Suisse sostienen que la nueva situación “no es para decir que la Term Premium puede retornar a sus promedios históricos”.

Lo que se trata de descubrir a partir de intentar conocer cómo será el comportamiento de la Term Premium es si, finalmente, este proceso hará retroceder el rally alcista de los bonos del Tesoro de los últimos años.

En Estados Unidos, la Term Premium ha sido positiva en los últimos 50 años. En la actualidad, ese diferencial de tasas es de 0,27 puntos porcentuales para los bonos del Tesoro a 10 años.

La Term Premium y la reducción del balance de la FED

Hace aproximadamente un mes, Janet Yellen, la presidenta de la Reserva Federal aseguró que la flexibilización cuantitativa había reducido la prima en un punto porcentual. Lo que realmente ocurrió fue que la Term Premium tuvo un alza durante los períodos en que la FED salió a la compra de bonos para luego caer con el cierre de cada ronda.

Para algunos analistas, la prima de plazos en los bonos del Tesoro es muy difícil de medir. Para Francesco Garzarelli, analista de Goldman Sachs, medir esta prima es un “objetivo metafísico” y justifica su posición en el hecho que se negocian rendimientos para luego agregarle las expectativas o temores de lo que pueda llegar a ocurrir con el mercado de bonos del Tesoro.

El método elegido por la FED para la reducción de su balance pone en duda la posibilidad de establecer cuánto podría aumentar la Term Premium. Las especulaciones efectuadas por Goldman Sachs indican que, por cada 100 mil millones de dólares de reducción, la Term Premium para los bonos a 10 años se elevaría entre dos y tres puntos básicos, lo que al final del proceso de reducción estaríamos hablando de 50 puntos básicos o un 0,5%.

En este escenario, siempre estaríamos lejos del histórico 1,6%. En el caso del Deutche Bank, prevé un incremento de la Term Premium de un cuarto de punto para 2018 y el Credit Suisse especula una ganancia de medio punto para 2021.

El futuro de los activos de riesgo

Para algunos analistas, focalizar la atención en la evolución de Term Premium cuando comience la reducción del balance de la FED, es mirar el lado equivocado. Han señalado que la preocupación debe ser qué ocurrirá con los activos de riesgo – acciones y bonos de alto rendimiento –  que se verán afectado si la prima se incrementa ya que “los precios de los activos de riesgo, que descuentan sus flujos de efectivo futuros, basado en los Bonos del Tesoro, entonces caerían”. La cita corresponde a Nellie Liang, quien dirigió la División Estabilidad Financiera de la Reserva Federal.

Para otros, la continuidad de la Flexibilización Cuantitativa por parte del Banco de Japón y el Banco Central Europeo, actúe como factor de equilibrio y la demanda de Bonos del Tesoro se mantenga.

El BoJ mantiene sus planes de comprar 532 millones de dólares anuales de activos. Mientras que el BCE, a pesar de su plan de reducción de compras, mantendrá, al menos hasta mediados de 2018, un plan de compras de 23 mil millones de dólares mensuales.

El debate pone de manifiesto la ausencia de una política monetaria global y cómo afecta esto los rendimientos de los bonos del Tesoro. Esta ha sido una de las principales críticas a la gestión de Yellen al frente de la Reserva Federal.