A diferencia de sus pares, los bancos centrales de China y de Estados Unidos, el Banco de Japón decidió, el día de hoy, mantener inalterables sus tasas de interés y el conjunto de su política monetaria. Para la entidad monetaria japonesa, el objetivo inflacionario está muy lejos de hacerse realidad, y ha mostrado un marcado pesimismo con respecto a que sea alcanzado en el corto plazo. De la misma manera, el Banco de Japón mantiene la compra de deuda en una proporción elevada.

Tasas sin cambio para el Banco de Japón

Luego que la Reserva Federal norteamericana y el Banco Popular de China, modificaran sus tasas de referencia para préstamos de corto plazo, la reunión del organismo japonés decidió mantener firme su política monetaria.

Si bien la inflación ha tenido un leve repunte y se mueve en el rango del 0% al 1%, el indicador aún no es relevante para un cambio en la estrategia monetaria del país asiático. El titular del BoJ, Haruhiko Kuroda, señaló que no existe aún un fortalecimiento de precios que permita suponer un crecimiento de la inflación hasta llegar al objetivo del 2% anual.

Por otro lado, las grandes compañías, pese a los buenos resultados exhibidos en sus balances, han otorgado aumentos de salarios por debajo de lo que debería ser una política que estimule el consumo.

El Banco de Japón mantiene, luego de su reunión, la tasa de interés a corto plazo en -0,1%. Por el lado de los bonos a 10 años, la rentabilidad será de 0% y continuará con su política de compra de deuda, a razón de 700 mil millones de dólares anuales.

Las perspectivas según el Banco de Japón

Las autoridades del banco central japonés confían que la recuperación, en términos globales de la economía, se constituya en un impulso para Japón. Las exportaciones están aumentando y con ellas, un reposicionamiento de las compañías.

Para el Banco de Japón, las perspectivas son alentadoras, pero la realidad aún se encuentra muy por detrás de los objetivos. Frente a este panorama, no se ven los motivos para modificar la actual política monetaria.  Para algunos analistas, en BoJ deberá proceder a un aumento de tasas, en lo que resta del año. El aumento de las tasas por parte de la FED, presiona el diferencial entre los bonos norteamericanos y japoneses. Otros opinan, que deberá comenzar a abandonar la política de compra de activos.

Kuroda y el resto de los funcionarios del Banco de Japón quieren evitar protegerse de manera anticipada. La política de estímulos continuará, al menos hasta que finalice el mandado del actual gobernador de banco, en abril de 2018. Hasta entonces, pocos cambios en el horizonte.