Los principales líderes mundiales se encuentran reunidos en Biarritz. La reunión del G-7 ha sido el escenario para que Donald Trump realice declaraciones en favor de un acuerdo comercial con China. El presidente norteamericano no fue el único que intentó bajarle el voltaje a la guerra comercial. El presidente francés, Emmanuel Macron dijo que ve observa buena voluntad de parte de ambas naciones para llegar a un consenso. Las noticias que llegan desde el conclave en Francia sirvieron para que los mercados bursátiles operaran con signo positivo. Sin embargo, desde China les restaron importancia a las declaraciones de Trump.

La guerra comercial busca una calma necesaria

La semana pasada, la guerra comercial entre Estados Unidos y China parecía entrar en un camino sin retorno. China anunció aranceles a 75 mil millones de dólares de productos norteamericanos claves. Por su parte, Donald Trump le reclamaba a las empresas norteamericanas que se retiren del país asiático. Las pérdidas en los mercados bursátiles parecían no tener fondo.

Sin embargo, este lunes en la reunión del G-7, que se realiza en los Pirineos, Donald Trump hizo referencia a las declaraciones del viceprimer ministro chino, Liu He. El líder norteamericano sostuvo que China desea un acuerdo y una negociación en calma.

A las declaraciones de Donald Trump, se sumaron las del presidente anfitrión. Emmanuel Macron dijo que veía voluntad en China y Estados Unidos para lograr un acuerdo y superar la guerra comercial.

En concreto, Liu He sostuvo en la inauguración de un evento sobre tecnología que “nos oponemos firmemente a una escalada de la guerra comercial”. Al mismo tiempo sostuvo que “no es bueno para China, ni para Estados Unidos ni para los intereses de las personas de todo el mundo”, en referencia a la escalada de aranceles entre ambos países.

Sin embargo, y pese a la calma que Donald Trump intentó trasmitir, insistió en que no habrá acuerdo si no se pone fin al desequilibrio comercial entre ambos países.

Por su parte, China rechaza la propuesta de EE. UU. de promover reformas en las empresas estatales asiáticas. Es que allí es donde radica la fuente de poder del Partido Comunista Chino.

Un alivio en el inicio de semana para los mercados bursátiles

Mientras los líderes departen en Biarritz, los mercados bursátiles vivieron un lunes tranquilo con las noticias provenientes del encuentro del G-7.

Las acciones norteamericanas tuvieron un buen comportamiento a medida que las declaraciones ponían paños fríos a la guerra comercial. El S&P 500 sube un 0,83%. El Dow Jones Industrial Average trepa un 1,05% y el Nasdaq avanza un 1,32%.

En Europa, todos los mercados bursátiles operaron en alza a excepción del FTSE 100 británico que retrocedió un 0,47%, debido a los temores por el Brexit.

Los futuros de acciones norteamericanas también operan con contratos en alza. Los sacudones de la guerra comercial parecen haber encontrado un lugar remanso, al menos por ahora.

En Francia, Donald Trump sostuvo que las conversaciones telefónicas entre Estados Unidos y China se habían intensificado. El presidente dijo que “estamos teniendo conversaciones muy significativas (…) China llamó a nuestra gente y dijo que volvamos a la mesa”.

Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de China no confirmaron la existencia de esas llamadas. El gobierno de Beijing se valió del editor del Global Times de China para negar la existencia de esas conversaciones. También sostuvo que Estados Unidos “está perdiendo la guerra comercial”.

Los inversores esperan que las exaltaciones a reanudar las negociaciones tengan extensión en el tiempo. Más allá de un espejismo de un día.