Hoy, cuando el mediodía se esté acercando en Washington, Donald Trump jurará como el presidente número 45 de los Estados Unidos de América. Salvo algunas excepciones, Norteamérica ha tenido transiciones más o menos ordenadas. Pero si hay algo que destacar en este proceso, es la enorme incertidumbre que ha generado este cambio político. Hoy asume Donald Trump y los ojos del mundo están puestos en este acontecimiento. Más allá de las ceremonias de ocasión, todos querrán saber qué tiene para decir, hoy desde las escalinatas del Capitolio, este empresario, casi sin pasado político. Algunos prometen que Donald Trump revolucionará la economía y las relaciones exteriores de Estados Unidos. Otros, que detrás de los fuegos artificiales, se esconde más de lo mismo.

¿En qué condiciones asume Donald Trump?

Si juntamos una serie de elementos sueltos, tal vez podamos construir un panorama, que no dejaría de ser artificial. Pero Donald Trump asume con una proporción de votos bastante escasa con relación a los electores norteamericano. Algunas encuestadoras aseguran que si el rival a vencer, hubiera sido Bernie Sanders, Trump hubiera tenido asegurada la derrota. Donald Trump llega a la Casa Blanca sin el apoyo de la porción más joven de los Estados Unidos.

Hoy asume Donald Trump, posiblemente porque fue el que mejor interpretó un sector de los electores que vienen arrastrando las profundas heridas que dejó la última crisis financiera. En ese contexto, sus discursos proteccionistas han calado hondo en un sector de la población. Llama la atención que este proteccionismo será llevado adelante por hombres – el gabinete Trump – que representan los negocios más globalizados del planeta.

Asume Donald Trump en momentos en que los indicadores económicos han logrado una precaria estabilidad y crecimiento. Cualquier cambio brusco podría hacer estallar por los aires ese equilibrio. Esto viene ocurriendo con las posibles modificaciones al “Obamacare”, que pone nerviosos a Demócratas y a Republicanos.

Asume Donald Trump en el edificio de la incertidumbre

La economía y la política exterior, son los pilares donde se asientan las gestiones presidenciales en EEUU. Las relaciones con el resto del mundo estarán encabezadas por quien será el futuro secretario de estado, Rex Tillerson, hombre fuerte de Exxon Mobile y de profundos lazos con Rusia y con el presidente Putin. Esto deja ver que lo que hasta hoy fueron las históricas alianzas internacionales, ya no serán lo que eran.

Los fuertes estímulos impositivos y la promesa de elevar el gasto público hacen temer que el déficit fiscal se dispare y esto ha sido un factor de preocupación para los analistas. Lo mismo ocurre con las medidas proteccionistas hacia la economía norteamericana, que amenaza con desatar una guerra comercial.

Por ahora, el rumbo que ha de tomar el nuevo gobierno, viene acompañado por la incertidumbre. Por lo pronto las dudas se centran en quién se sentará en el sillón del salón oval ¿Será el Donald Trump polémico? O ¿será el Donald Trump pragmático? Las primeras semanas serán claves para reconocer el camino que tomarán los temas que dominan la agenda del nuevo gobierno.

Lo que está claro es que hoy asume Donald Trump, un hombre ajeno al riñón de la política y esto es, por sí mismo, un cambio histórico en los paradigmas de los Estados Unidos.