La reunión del G7 que acaba de finalizar sirvió para mostrar las profundas fisuras entre la Unión Europea, el Reino Unido y los Estados Unidos. La canciller alemana, Angela Merkel, fue muy dura a la hora de hacer un balance sobre los resultados de la reunión y llamó a la UE a “tomar el destino en sus propias manos”. Los gastos militares en la OTAN y los acuerdos sobre el clima de Paris fueron los temas que marcaron las diferencias. De esta manera, Merkel se convirtió en la vocera de la Unión Europea.
Angela Merkel y Donald Trump por caminos divergentes
Las divergencias entre el presidente de los Estados Unidos y la canciller alemana saltaron a la vista durante las reuniones de la OTAN en Bruselas y luego en la del G7 en Italia. Trump había acusado a sus socios de la alianza militar de destinar poco presupuesto para defensa y cuestionó el superávit alemán, calificándolo de “muy malo”.
Otro de los aspectos destacados de la gira de Trump fue su crítica a los acuerdos internacionales de Paris sobre el cambio climático y se colocó objetivamente fuera de ellos.
La respuesta de Angela Merkel no se hizo esperar y en una clara alusión a su par norteamericano dijo que “los tiempos en que podíamos confiar plenamente en otros están en cierta medida superados, lo he experimentado en los últimos días”.
Merkel señaló que es necesario mantener buenas relaciones con Estados Unidos, el Reino Unidos e inclusive Rusia, pero hizo un fuerte llamado a que Europa debe luchar por su propio futuro.
OTAN y cambio climático en el centro de la disputa
Angela Merkel expresó su compromiso con la OTAN de cumplir con la meta de destinar el 2% de la producción económica a defensa en 2024. Sin embargo, Donald Trump acusó a sus socios de no destinar suficientes fondos a una estrategia militar.
A contramano del resto de los líderes del G7, Trump rechazó un compromiso con los acuerdos climáticos de Paris y colocó a los Estados Unidos al borde de abandonar este acuerdo internacional.
Pero, tal vez, el concepto más fuerte vertido por Angela Merkel luego de la reunión fue cuando deslizó que las relaciones establecidas por Europa con Estados Unidos luego de la Segunda Guerra Mundial “están hasta cierto punto terminadas”.
Angela Merkel está en plena campaña electoral por un cuarto mandato y desde ese lugar, y luego de las reuniones del G7 y de la OTAN, cuestionó el populismo de Trump y sostuvo que en Europa estas corrientes habían sufrido una derrota.
Las diferencias que parecen haberse profundizado con Estados Unidos han servido a Angela Merkel para avanzar en su disputa electoral y colocarse como el referente de una Unión Europea que por ahora puede exhibir indicadores de crecimiento económico.
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