Uno de los sectores más perjudicado en la economía norteamericana ha sido la agricultura. Los aranceles de represalia impuestos por China a productos agrícolas provenientes de Estados Unidos han provocado fuertes caídas en las ventas y en los precios. Ahora, los agricultores estadounidenses están preocupados por el acuerdo comercial entre Estados Unidos y China. Temen que en la letra chica del acuerdo, los aranceles existentes queden invariables. Las políticas oficiales de la Casa Blanca de compra de productos agrícolas no han sido suficiente para evitar el deterioro del sector.
Los temores de los agricultores estadounidenses
La intención de firmar un acuerdo comercial entre Estados Unidos y China que alivie las tensiones de los aranceles aún está en una nebulosa. Ambos gobiernos se han encargado de señalar que las negociaciones están bien encaminadas. Sin embargo, lo que iba a ser para abril, se trasladaría a mayo y nadie se arriesga a dar una fecha certera para la firma.
La firma de un acuerdo comercial entusiasma a inversores y empresarios. Pero, han comenzado a aparecer las preocupaciones de aquellos sectores de la economía norteamericana que podrían quedar “fuera de los acuerdos”. Los agricultores norteamericanos están temerosos de que sean ellos los perjudicados por los resultados de las negociaciones.
Los agricultores estadounidenses creen que los tratados para aliviar la guerra comercial no contemplan el levantamiento de los aranceles a productos primarios de importancia. Tales son los casos de las cerezas, las peras y las manzanas. Productos, que han visto retroceder sus precios paulatinamente.
Las asociaciones que nuclean a los agricultores norteamericanos han comenzado a presionar para que no se acepte un acuerdo que no contemple el levantamiento de los aranceles a los productos agropecuarios.
A medida que avanzan las negociaciones entre Estados Unidos y China, se ha podido saber que el acuerdo no prevé levantar los aranceles norteamericanos a productos chinos vigentes. Esto, podría conducir a que China adopte la misma posición y mantenga las represalias… ¡con acuerdo de ambas partes!
El acuerdo entre Estados Unidos y China deja a los productores mal parados
Con el inicio de la guerra comercial, la administración de Donald Trump debió establecer una línea de subsidios a los agricultores norteamericanos para compensar las pérdidas.
Donald Trump, con un exagerado entusiasmo, dice que el acuerdo entre Estados Unidos y China contempla compras adicionales de soja y de cerdo. Sin embargo, los productores dicen que esas compras adicionales no compensan la caída de los precios y el daño que provocan los aranceles.
En términos generales, los productos primarios vienen con precios en retroceso. Los agricultores norteamericanos han visto cómo desde 2013, el precio de la soja ha caído un 40%. El rinde por hectárea sigue aumentado y las existencias alcanzan niveles récords. Esto complica aún más el precio de los productos.
El reclamo de los agricultores estadounidenses es simple: piden que se eliminen los aranceles. Solo esto les permitiría exportar por encima de las cuotas de compras. Por otro lado, estas cuotas estarán administradas por entidades del gobierno chino. Aquí, la preocupación está vinculada a que el gobierno de Xi Jinping utilice a discreción la capacidad de decidir si se compra o no, como arma para nivelar las tensiones comerciales con Estados Unidos.
Por lo pronto, los agricultores norteamericanos se sienten los “convidados de piedra” en una negociación a donde, al parecer, no fueron invitados.
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