Luego de un extenso rally que han protagonizado las acciones norteamericanas, las posibilidades de que este crecimiento llegue a su fin obliga a los inversores a repensar sus estrategias. Los tradicionales inversores en acciones de valor podrían haber perdido excelentes oportunidades frente a las acciones de crecimiento. La realidad es que las acciones de valor han tenido un comportamiento menor a las de crecimiento. Ha llegado la hora de cambiar algunos paradigmas en la compra de papeles. Una disyuntiva que deberá resolverse pronto.

Acciones de valor versus acciones de crecimiento

Para los inversores tradicionales, tomar las enseñanzas de hombres como Benjamin Graham, que nos decía en su libro “El inversor inteligente” que debíamos buscar el camino seguro, era casi una regla de oro. Observar el valor intrínseco y el margen de seguridad era ineludible. Warren Buffett parece un continuador de estas enseñanzas. Así, muchos inversores de valor posaron su mirada sobre los flujos de caja, el valor de mercado, la relación precio/libro, etc.

Pero, si observamos el comportamiento de las acciones de valor, frente a las acciones de crecimiento, veremos lo rezagadas que éstas han quedado. Los papeles de empresas de materias primas, firmas financieras y grandes industrias manufactureras, han perdido su carrera frente a compañías como Facebook, Amazon o Netflix.

Tomemos el índice Russell de las 1000 acciones de mayor valor. En lo que va de 2018 ha caído un 2,1%, mientras que las acciones de crecimiento acumulan una suba del 6,9%. Las acciones de mayor valor ya llevan 5 años consecutivos de bajas.

Para los analistas, los inversores que no tomaron posiciones de acciones FANG (Facebook, Amazon, Netflix y Google) han perdido excelentes oportunidades. Para quienes sí lo han hecho, han optado por observar otros aspectos del comportamiento bursátil. El momentum trading, el flujo de fondos y el comportamiento por eventos.

Cambios de paradigmas

Para muchos analistas no basta con solo plantearse la idea de decidir entre acciones de valor y acciones de crecimiento. De hecho, están planteando la necesidad de revisar las medidas utilizadas para determinar qué acciones pueden ser consideradas de valor. Es posible que esas medidas utilizadas ya hayan quedado obsoletas.

Pero, ahora analicemos el problema desde otro ángulo. Existen grandes coincidencias respecto a que el ciclo económico actual está llegando a su fin. Si esto ocurre, los indicadores bursátiles deberían retroceder. Entonces, cabe preguntarse ¿qué pasará con las estrategias de aquellos que apostaron a las acciones de crecimiento? La lógica indica que un cambio de ciclo terminaría favoreciendo a las acciones de valor. Aquellas que cuentan con una mirada a más largo plazo y donde el valor intrínseco lo es todo.

Los inversores de crecimiento se defienden. Ellos sostienen que las acciones de crecimiento, como las FANG, aún se hallan subvaloradas por el mercado, lo que todavía otorga un margen para seguir creciendo.

Hablan los grandes inversores

A lo largo de estos años, con las acciones de crecimiento empujando los indicadores bursátiles a niveles extraordinarios, los grandes inversores han comenzado a diversificar sus carteras. Benjamin Graham ya puede coexistir de forma pacífica con las empresas de rápido crecimiento. El fondo Eaton Vance, durante su larga existencia, ha tenido predilección por los papeles financieros como JPMorgan Chase & Co. Sin embargo, eso no ha sido obstáculo para que destine parte de su capital en una apuesta por Alphabet (Google).

Berkshire Hathaway Inc., el fondo administrado por Warren Buffett, ha sido un exquisito inversor en acciones de valor. Pero, el fondo en 2016 decidió tomar posiciones en Apple, aún cuando las acciones ya “estaban caras”. El mismo Buffett, consultado sobre los motivos por los cuales no realizó inversiones en Amazon, sostuvo que “Fui demasiado tonto para no darme cuenta de lo que iba a suceder”. Las posibilidades estaban al alcance de su mano. Berkshire Hathaway estaba parado sobre una montaña de efectivo.

El fondo BlackRock Advantage Large Cap Value, ha tomado posiciones en la industria de semiconductores. Un sector que experimenta un crecimiento debido a la constante y mayor demanda de chips en el segmento de las tecnológicas.

Para el fondo Oppenheimer, su estrategia se basa en analizar el segmento de las financieras buscando las acciones de valor de aquellos bancos que podrían sorprender al mercado. Oppenheimer mantiene acciones por tres años, pero no ha tenido inconvenientes en sobre pasar la línea que divide las acciones de valor de las de crecimiento, apostando por Microsoft Corp. Y UnitedHealth Group Inc. Dos típicos representantes de acciones de crecimiento.

En las puertas de un cambio del ciclo económico, los inversores están llamados a revisar sus estrategias. De allí saldrán los futuros ganadores.