A menudo, el lenguaje de los mercados financieros incorpora palabras en inglés para denominar actividades y productos. Esto se debe a que, en español, no existe una traducción literal adecuada para su definición. En otros casos, el término es español requiere de varias palabras para la definición. Es el caso de los términos shareholder y stakeholder. Se utilizan en el mercado bursátil, suenan similares, pero cumplen funciones diferentes. En este artículo analizaremos qué es un shareholder y qué es un stakeholder.

Shareholder. Los accionistas

Si usted es parte del grupo de personas que lee, habitualmente, las páginas financieras de los servicios de noticias especializados, se habrá topado con el término shareholder. Se trata de los accionistas de una empresa. Al utilizar este término se está haciendo referencia a los poseedores de acciones.

Un shareholder puede ser una persona, una institución u otra empresa. Basta con que tenga en su poder, al menos una acción, para que reciba esa denominación.

El shareholder, por ser accionista, tiene derecho a voto en la asamblea. Participa en la designación de la administración de la empresa. Y, lo más importante, tiene derecho a percibir los dividendos que esa empresa genere.

El stakeholder y sus intereses

El término stakeholder, en una traducción más o menos aproximada, hace referencia a la parte interesada. Esto, aplicado al mercado de valores nos lleva a aquellas personas o instituciones que tienen un interés determinado en una empresa. Hagamos extensivo este interés al comportamiento de las acciones de esa empresa.

En el caso particular de quienes poseen acciones, cumplen un doble papel: shareholder y stakeholder. Pero, la lista de interesados es algo más extensa:

  • Tenedores de bonos emitidos por la compañía
  • Clientes habituales que reciben bienes o servicios de la empresa
  • Proveedores
  • Empleados de la empresa

Todos estos stakeholders son los interesados en un adecuado desempeño de las acciones de esa empresa.

Shareholder y stakeholder, sus diferencias

Un shareholder o accionista mantiene su interés en la empresa mientras posee acciones de ella. En cualquier momento, hace un llamado a su corredor de bolsa y le pide que venda las acciones y que compre de otra compañía. Quien, hasta ese momento era un shareholder, ya ni siquiera es una parte interesada.

Por otro lado, un stakeholder, tomemos de ejemplo un proveedor de la empresa, mantiene su interés por un largo período. Está interesado en los buenos números de la compañía. De esta manera, su rol de proveedor de servicios o de bienes se mantendrá en el tiempo. Lo mismo ocurre con empleados, tenedores de bonos y acreedores varios.

Algo que es importante aclarar. En ocasiones, los intereses entre un shareholder y un stakeholder pueden estar en oposición. Veamos un ejemplo. Una empresa tiene dificultades para afrontar sus deudas. Decide impulsar un plan de refinanciación, ofreciendo sustituir los bonos que están en circulación, por otros a mayor plazo. Esta negociación impulsó la suba de las acciones, el shareholder se sentirá conforme. Por el otro lado, un tenedor de bonos o stakeholder aceptará a regañadientes la decisión.

Los términos shareholder y stakeholder pueden sonar similares al oído. Pero, cuando los encontramos en un contexto su significación da sentido a lo que estamos leyendo o escuchando. Y esto es importante en los mercados financieros.

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