Con todas las intenciones puestas en el objetivo de aprobar la ley de reforma impositiva, los líderes del partido de Donald Trump en la Cámara de Representantes apuran los pasos para dar a luz lo que ellos consideran las modificaciones al régimen fiscal más importante de los últimos años. El proyecto contiene cambios que ya han generado rechazos desde diversos sectores. Además, contempla una reducción del 20% para los impuestos corporativos.

Una reforma impositiva que deberá sortear rechazos

Paul Rayn, presidente de la Cámara de Representantes, ha sido tajante al señalar que una voluntad “férrea” lo mueve a empujar para que la reforma impositiva prometida por Donald Trump en su campaña electoral vea la luz antes de fin de año. Esta modificación al régimen fiscal vigente en los Estados Unidos no sufría modificaciones desde hace 31 años.

Sin embargo, desde que comenzó a conocerse su contenido ya ha sumado rechazos provenientes desde distintos sectores. El proyecto de ley prevé, entre otras cosas, limitar la deducción de intereses hipotecarios a 500.000 dólares, para parejas que presentan declaración conjunta. Anteriormente ese límite estaba establecido en un millón de dólares.

Este punto de la reforma impositiva impulsada por los hombres de Donald Trump ha recibido el inmediato rechazo de la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios, que han hecho saber que la reforma fiscal confirma los temores que tenían antes de conocer el proyecto.

La reforma impositiva establece la tasa a las corporaciones en un 20% y no el 15% propuesto inicialmente en campaña por Donald Trump. Los pequeños comerciantes, a través de la Federación Nacional de Negocios Independientes, se quejaron por no sentirse contemplados en el proyecto y han anticipado que no lo apoyarán.

Las tasas impositivas individuales se reducen del 39,6% al 35%, pero la medida no alcanzará a quienes tengan ingresos superiores al millón de dólares. Aquí, el proyecto promete sumar el rechazo de algunos republicanos.

Reforma Impositiva y presupuesto

El proyecto de reforma fiscal impone una controversial tasa a las entidades educativas que posean activos mayores a 100.000 dólares por estudiantes. El gravamen será del 1,4%. Además, establece un impuesto del 12% para las ganancias extraterritoriales que acumulen las compañías multinacionales.

No obstante, el horizonte deja ver un profundo debate sobre las fuentes de financiamiento para esta reforma impositiva. Algunos números estimativos han calculado los recortes en 5 billones de dólares en los próximos 10 años.

Los recortes al presupuesto para financiar la reforma de Donald Trump será otro intenso campo de batalla entre los republicanos y los opositores. Algunos recortes podrían empujar a algunos representantes oficialistas al campo del rechazo del proyecto.

Sólo para dar un ejemplo, el proyecto de presupuesto 2018 establece un profundo recorte a los subsidios a las empresas fabricantes de paneles para energía solar. Esto provocó que las acciones de las principales compañías del rubro, el miércoles se derrumbaran más de un 5%.

Claroscuros del proyecto

La presentación del proyecto, bajo el ostentoso título de “Marco unificado para arreglar nuestro fallido código fiscal“, volvió a dejar en la nebulosa el tema de la financiación. Solo referencias a la eliminación de exenciones, algo que es tan amplio y escabroso que al Senado podría llevarle meses el debate.

Donald Trump necesita imperiosamente presentar su reforma impositiva como una victoria antes de fin de año. El 2018 no parece ser un año que ofrezca un terreno fértil para cosechar aplausos si se tiene en cuenta que está previsto una desaceleración de la economía de los Estados Unidos.