Para los inversores, la fórmula soñada a la hora de invertir su dinero es la mayor rentabilidad al menor riesgo posible. Sin embargo, sabemos que los niveles de rentabilidad están, por lo general, asociados con un riesgo mayor. Entonces, corresponde hacerse la pregunta ¿cómo medimos el riesgo de un activo o instrumento financiero? La respuesta es la volatilidad. Se trata de una medida estadística y suele ser la más utilizada a la hora de determinar el riesgo. Si bien existen indicadores de volatilidad de los activos, en este artículo conoceremos qué es la volatilidad. Mostraremos en 6 pasos simples cómo calcularla y las distintas medidas que podemos encontrar.
¿A qué llamamos volatilidad?
Se trata de una medida estadística que permite al inversor conocer cómo se mueven los precios de un activo alrededor de su precio medio. A través de la volatilidad es posible conocer la dispersión de los precios.
Un activo con una volatilidad elevada es aquel cuyos precios oscilan de manera brusca en un corto lapso. Ya sea para arriba, para abajo o en ambas direcciones. Estos movimientos se producen a partir de conocer el precio medio de dicho activo.
En los mercados financieros cuando un activo varía más del 1%, hacia arriba o abajo, es un activo volátil. Lo mismo ocurre con un mercado.
La volatilidad está asociada con el riesgo de inversión. Un activo más volátil es, por consecuencia, más riesgoso.
Las instituciones o personas que invierten en los mercados de futuros tienen un gran aliado en los índices de volatilidad. Este indicador les permite predecir cómo se moverá el precio del activo.
Existen diferentes formas de calcular esta medida estadística para conocer el riesgo. Una de ellas es el coeficiente beta. También las desviaciones estándares a partir de los retornos de un activo.
¿Cómo calcular la volatilidad en 6 pasos?
Para el cálculo que vamos a proponerle al lector, nos vamos a valer de las desviaciones estándares. Recordemos que al coeficiente beta tuvimos oportunidad de conocerlo en un artículo anterior.
Nuestro ejemplo comienza seleccionando un activo. En este caso, vamos a elegir una acción. Para simplificar nuestro ejemplo diremos que el cierre mensual en el precio de la acción ha sido de la siguiente manera:
- Mes 1 – $ 1
- Mes 2 – $ 2
- Mes 3 – $ 3
- Mes 4 – $ 4
- Mes 5 – $ 5
- Mes 6 – $ 6
- Mes 7 – $ 7
- Mes 8 – $ 8
- Mes 9 – $ 9
- Mes 10 – $ 10
Ahora vamos a calcular la varianza, con estos 6 pasos:
# 1 – Buscando la media de nuestros datos
Para establecer la media de nuestro rango de datos, solo tendremos que sumar los diez precios que tenemos. Si aún no hizo la cuenta, el resultado será $ 55. Para obtener la media vamos a dividir ese resultado por 10 (la cantidad de datos disponibles) y la media será: $ 5,50.
# 2 – Calculamos la desviación
En este segundo paso corresponde a cada precio de nuestro rango de datos, restarle la media obtenida en el paso anterior. En algunos, obtendremos resultados negativos. Esto está permitido.
Observe el cuadro al final de los pasos, para tener una idea más acabada de este segundo paso que nos llevará a obtener la volatilidad.
# 3 – Calcular los cuadrados de las desviaciones
Una vez calculadas las desviaciones, como vimos en el paso anterior, vamos a elevar al cuadrado cada resultado. Este paso nos permitirá que eliminemos los valores negativos, transformando todos en positivo.
# 4 – Sume las desviaciones al cuadrado
Ya hemos calculado el cuadrado de cada una de las desviaciones. Ahora corresponde sumar todos esos valores y el resultado será de 82,5.
# 5 – Obteniendo la varianza
Para obtener la varianza de manera sencilla, vamos a dividir la suma de los cuadrados por la cantidad de datos (10). Entonces, la varianza será 8,25.
# 6 – La desviación estándar
Para obtener la volatilidad, vamos a calcular la raíz cuadrada de la varianza. El resultado será 2,87.
Con la desviación estándar en nuestras manos corresponde analizar cuántos de los valores se ubican dentro de la volatilidad calculada.

Tabla de cálculo de la volatilidad a través de la desviación estándar
Otras medidas para conocer la volatilidad
El método de conocer la volatilidad a partir de la desviación estándar es uno de los que tenemos a nuestra disposición. Como hemos visto, con una hoja de cálculo podremos obtenerlo.
También podemos obtener este nivel de riesgo a partir del cálculo del coeficiente beta. En este caso, estaremos calculando la volatilidad del rendimiento de una acción, por ejemplo, frente a un punto de referencia. Esa referencia puede ser el rendimiento de un índice. Por lo general se utiliza el S&P 500.
Por ejemplo, un coeficiente beta de 1,1 nos indica que el activo se ha movido un 10% por encima del índice de referencia. Si ese coeficiente es 0,9 significa que el activo se movió un 10% por debajo del índice.
Los inversores pueden apelar al índice de volatilidad VIX que fue creado por el Chicago Board Options Exchange (CBOE). Con él se puede conocer la volatilidad esperada en el mercado de valores de Estados Unidos. Este indicador se calcula a partir de los precios de compra y venta de las opciones basadas en el S&P 500.
Conclusiones
Conocer la volatilidad de un activo permite al inversor conocer los riesgos que está dispuesto a asumir en su cartera de inversiones.
Es importante asumir que estamos trabajando con datos históricos. Sin embargo, existe un cálculo que nos permite conocer la volatilidad implícita, de esta manera, es posible conocer cuán volátil será un mercado hacia el futuro.
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