Realizar una inversión implica poner en riesgo el capital del que disponemos. Por este motivo, no se puede determinar qué tipo de inversión es más conveniente de manera intuitiva. Existen procedimiento de cálculo que permiten establecer cuáles son las más convenientes. La tasa interna de retorno (TIR) es una métrica que nos permite tomar decisiones en este ámbito. Aunque, en ocasiones, es necesario acompañarla con otros análisis. Conozcamos la importancia de la TIR, cuáles son sus ventajas y desventajas y la forma práctica que toma su aplicación.
Tasa Interna de Retorno
Este mecanismo de cálculo nos permite estimar el rendimiento que podemos obtener a partir de una inversión. El lector ya habrá sacado una primera conclusión. Si tenemos varios proyectos en carpeta y se hace necesario tomar la decisión por uno de ellos, la tasa interna de retorno será de gran ayuda.
Para que tengamos una idea más acabada del concepto de la TIR, digamos que se trata de una tasa de descuento. Por medio de la Tasa Interna de Retorno se pretende establecer la tasa necesaria para que el valor presente neto (VPN) del capital sea cero ¿Qué queremos significar con esto? Que le capital invertido tendrá un retorno que estará por encima de una pérdida de valor neutra.
La tasa interna de retorno se puede aplicar en cualquier proyecto de inversión. Desde la ampliación de una línea de producción, hasta la recompra de acciones. Las empresas calculan la TIR de cada uno de los proyectos que tienen en vista. La decisión recaerá en aquella que tenga la tasa más elevada.
Sí, es necesario aclarar que el cálculo de la tasa interna de retorno no constituye una fórmula exacta ya que algunas de sus variables son estimadas. Por eso se dice que la TIR es una métrica de ensayo y error.
A continuación, mostramos la fórmula para el cálculo de la tasa interna de retorno:

Fórmula para el cálculo de la tasa interna de retorno
¿Qué información podemos extraer de la TIR?
La tasa interna de retorno es una estimación de la rentabilidad que nos devolverá un proyecto. Es necesaria a la hora de tomar decisiones. Sin embargo, es importante considerar que el rendimiento real de la inversión diferirá de la TIR. Así ocurre cuando se trata de métricas estimadas. De todos modos, si los cálculos fueron hechos a consciencia, la diferencia no debería ser sustancial.
Cuando una empresa se encuentra frente a la decisión de inversión, sus analistas exponen la tasa interna de retorno de cada proyecto a seleccionar. Si una empresa debe decidir entre ampliar su planta de producción o invertir en una nueva, será la TIR quien de la respuesta.
Hemos mencionado que la consideración de la tasa interna de retorno es aplicable a cualquier proyecto. Grandes compañías tienen como política la recompra de sus propias acciones en el mercado ¿es esta una buena inversión? La TIR nos ayudará con la respuesta. Si el crecimiento en el valor de la acción está por encima de otro tipo de inversión, corresponderá apoyar esta decisión.
Claro que la TIR no es la única métrica necesaria a la hora de decidirse por un proyecto. Los inversores esperan que un proyecto tenga un rendimiento determinado. Para eso existe la tasa mínima aceptable de rendimiento (TMAR). Con ambas métricas en sus manos, la decisión se facilita. Si la TIR está por encima de la TMAR el proyecto se puede apoyar. Por caso, si la TIR es buena, pero no alcanza el rendimiento esperado, habrá que optar por otra inversión.
¿Cómo aplicar los resultados de la tasa interna de retorno?
Cuando la TIR supera al costo del capital, estamos ante un proyecto rentable. Sin embargo, como señalamos anteriormente, esto no basta para apoyar una decisión. Los inversores no solo esperan más que el costo del capital. Se espera que la rentabilidad supere a otro tipo de inversiones. De allí la importancia de acompañar la tasa interna de retorno con la tasa mínima aceptable de rentabilidad.
Una opción es comparar la TIR para un determinado proyecto, con el rendimiento que se puede obtener en diferentes mercados financieros. si la tasa es menor a esos rendimientos, el inversor puede tomar posiciones en activos financieros en lugar de invertir en proyectos.
Es por este motivo, que los analistas buscan que la TIR sea lo más precisa posible. Este ensayo de prueba y error se realiza probando varias tasas, hasta que el valor presente neto sea lo más cercano a cero.
Supongamos que, al hacer un cálculo con una TIR del 5%, el VPN sea de $ 2.500. Se trata de un valor positivo alto. Probamos con un 8%, ahora el resultado será un VPN de -$ 1.500, se trata de un negativo importante. Al realizar el cálculo con una tasa interna de retorno del 6%, se obtiene un VPN positivo de $ 15. Esto es muy cercano a cero y podemos definir una TIR del 6%.
Comparativo con otras métricas
La tasa interna de retorno mide la rentabilidad. Pero, existen otras métricas más o menos exacta que la TIR. Analizaremos algunas de ellas.
- Tasa de crecimiento anual compuesta (TCAC): esta tasa permite un cálculo más simple que la tasa interna de retorno. Esto se debe a que para realizar el cálculo solo se toma el valor inicial y el final. Es posible realizar la operación en forma manual.
- Retorno de la Inversión (ROI): a diferencia de la TIR, el retorno de la inversión permite conocer el crecimiento total. Desde el inicio del proyecto de inversión, hasta el final del mismo.
¿Cuáles son las limitaciones de la tasa interna de retorno?
Al momento de comparar proyectos de inversión, la TIR presenta algunas dificultades si se trata de proyecto de diferentes extensiones en el tiempo. Por eso es conveniente utilizar la tasa interna de retorno junto a otras métricas.
En algunos casos, una TIR baja puede estar acompañada de un valor actual neto alto. Esto redunda en un crecimiento constante e importante para la empresa, a pesar de lo que expresa la tasa de retorno.
Otro problema se presenta cuando los flujos de capital se reinvierten en el proyecto. Al calcular la TIR puede existir la posibilidad de considerar al proyecto más rentable de lo que es. Para evitar que esto ocurra, se utiliza una métrica complementaria llamada Tasa de Rendimiento Interna Modificada (MIRR).
Si bien la tasa interna de retorno es la métrica más popular a la hora de calcular la rentabilidad de un proyecto, es necesario cotejarla y acompañarla con otras ratios. De esta manera, se minimizan las posibilidades de errores al calcular la TIR, algo que puede ser frecuente.
Continuaremos analizando diferentes métricas para calcular la rentabilidad de un proyecto de inversión. Ahora, queremos hacerle una invitación muy especial. Si usted quiere formarse como un inversor o un trader profesional, conozca nuestra Escuela de Trading. Allí encontrará programas de formación que lo convertirán en un experto de los mercados financieros. Visítenos y conozca nuestra larga trayectoria acompañando el éxito de nuestros alumnos.
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