Una constante en las páginas de Club de Capitales y otros medios especializados es hablar de invertir en mercados financieros. Pero ¿qué significa invertir? ¿Por qué las personas y las empresas buscan invertir su dinero en los mercados? Aunque las respuestas pueden parecer bastante sencillas, invertir en mercados financieros requiere un conocimiento profundo. De allí la existencia de firmas dedicadas a asesorar en inversiones. En tiempos de crisis, invertir en forma adecuada obliga a los asesores a agudizar su ingenio y conocimiento para satisfacer las expectativas de los inversores. Queremos ofrecer a nuestros lectores una visión profunda del significado de invertir.
¿Qué significa invertir en los mercados financieros?
Al referirnos al término invertir, estamos hablando de asignar una cierta cantidad de recursos propios con el objetivo de obtener ganancias. Esto es así de sencillo. Si destinamos dinero a montar un negocio, un comercio local o virtual buscamos que ese emprendimiento nos genere ingresos.
Ahora bien, cuando hablamos de invertir en mercados financieros buscamos confiar el dinero – u otro recurso – a activos financieros con la expectativa de que su compra o su venta nos devuelvan un grado importante de rentabilidad.
Junto al concepto de rentabilidad podemos asociar el de riesgo. Cuando tomamos la decisión de invertir en mercados financieros asumimos también un riesgo. Esto significa que el resultado puede no ser el esperado. En lugar de obtener una rentabilidad, perdemos parte o todos los recursos invertidos.
Entonces, concluimos que rentabilidad y riesgo son conceptos íntimamente asociados. Por lo general, los activos que ofrecen mayores niveles de rentabilidad son los que poseen un riesgo mayor. Por el contrario, los instrumentos financieros más seguros tienen una rentabilidad menor. En el primero de los casos podemos ubicar a las acciones. Los mercados bursátiles poseen una buena rentabilidad, pero su riesgo es elevado. Los bonos del Tesoro son más seguros, por eso su rentabilidad es menor.
Incluso, dentro de una misma clase de activos, rentabilidad y riesgo pueden variar. Una sólida compañía que cotiza en NYSE posee una relación rentabilidad/riesgo diferente a una empresa pequeña que cotiza en un mercado local.
Instrumentos para invertir en mercados financieros
Si echamos un vistazo a los mercados financieros, podremos observar el vasto universo de activos en los que podemos invertir. Sin embargo, existen algunas clases de activos que son más buscados que otros. Los mercados más requeridos cuentan con una mayor liquidez ya que cuentan con las preferencias de los inversores.
Los que vamos a describir, son solo algunos instrumentos de los que disponemos para invertir en mercados financieros.
Acciones
Muchas empresas tienen su capital dividido en acciones. Un inversor, al adquirir acciones se convierte en propietario de una parte de esa empresa. Son los accionistas.
Estos propietarios de acciones pueden obtener una rentabilidad a través de dos caminos. El primero, es obtener dividendos que se reparten periódicamente por las ganancias generadas por la compañía. El segundo, es por la valoración que adquieran las acciones en los mercados bursátiles.
Activos de renta fija. Los bonos
Las empresas, los gobiernos y los municipios pueden financiarse a través de la emisión de deuda. Invertir en los mercados financieros de renta fija suele ser una inversión segura, aunque no en todos los casos.
El inversor adquiere un bono y con él, se convierte en acreedor de la empresa o gobierno emisor. Un bono otorga el derecho periódico a intereses y, al vencimiento, a recuperar el capital invertido.
Los bonos pueden ser a corto, mediano y largo plazo, según sea el vencimiento que posean. Los bonos del Tesoro y los emitidos por los gobiernos con economías más sólidas son los más seguros. Por lo tanto, su rentabilidad suele ser más baja.
Existen bonos emitidos por compañías con baja calificación crediticia. Estos títulos poseen una mayor rentabilidad ya que los emisores recurren a ofrecer altas tasas de interés. De este modo, logran seducir a los inversores contrapesando el riesgo que significa invertir en estos papeles.
Fondos
Un instrumento muy particular para invertir en mercados financieros son los fondos. Estos activos son gestionados por empresas de inversión. Al adquirir una participación en un fondo, el inversor estará invirtiendo, de manera indirecta en una canasta de activos: acciones, bonos, materias primas, etc.
Existen dos tipos de fondos con mayor aceptación por parte de los inversores. Los fondos mutuos y los ETF o fondos cotizados en bolsa. Los primeros no cotizan en la bolsa de valores.
Los fondos poseen activos subyacentes y su evolución depende del movimiento de los subyacentes. Existen fondos que rastrean de manera pasiva a los activos subyacentes. Otros, son administrados activamente y buscan las mejores oportunidades. Estos últimos imponen mayores gastos de administración para los inversores.
Fideicomisos financieros
Otra opción muy considerada para invertir en mercados financieros son los fideicomisos. Se trata de una inversión conjunta, donde el dinero de varios inversores es destinado a un proyecto determinado. Por ejemplo, el mercado inmobiliario.
Uno de los fideicomisos más populares son los REIT o Fideicomisos de Inversión Inmobiliaria. Esta clase de activos invierte el dinero de los participantes en propiedades, ya sea comerciales o residenciales. Los inversores obtienen una rentabilidad a partir de los ingresos por alquileres de esas propiedades.
Además, los REIT cotizan en bolsa. Esto permite a los inversores una liquidez inmediata y la obtención de un capital mayor al invertido.
Productos básicos o commodities
Esta clase de activos incluye una variedad de sub-activos. Los metales, el petróleo, los productos agrícolas son ejemplos de ello. Se negocian a través de contratos de futuros. Estos son acuerdos de compra o venta de una determinada cantidad del producto, a un precio preestablecido y a una fecha a futuro.
Derivados y opciones para invertir en mercados financieros
Los derivados reciben ese nombre por tratarse de instrumentos financieros cuyo valor se deriva de otro instrumento. Por ejemplo, una acción, un grupo de acciones, un índice (S&P 500), etc.
Las opciones son derivados que le otorgan al comprador el derecho más no así la obligación de comprar o vender el valor dentro de un plazo y a un precio fijo.
Por lo general, para las operaciones con opciones y derivados se realizan por medio de apalancamiento. Esto convierte a estos instrumentos en muy rentables, pero de alto riesgo.
Estilos para invertir en mercados financieros
Al existir una gran variedad de instrumentos financieros y formas de acceder a ellos, las formas de invertir son amplias. Sin embargo, vamos a definir los tipos más comunes para invertir en mercados financieros.
Inversión activa e inversión pasiva
Cuando hablamos de un tipo de inversión activa, nos estamos refiriendo a la toma de decisiones con el objetivo de “superar el índice”. Es decir, ganarle al mercado. El inversor o sus gestores van determinando sus operaciones en busca de las mejores oportunidades. La elección de una inversión activa supone la generación de mayores costos. En primer lugar, por los gastos que genera esa administración activa de instrumentos financieros.
En el caso de la inversión pasiva, no se pretende doblegar al mercado. Por el contrario, se parte de la certeza de que esto es imposible. Las inversiones pasivas suelen ser a largo plazo, esperando una valoración de esos instrumentos.
¿Inversión en crecimiento o valor?
Invertir en crecimiento o en valor son conceptos que muestran dos maneras muy diferentes en tratar de obtener una rentabilidad.
Al invertir en crecimiento se busca empresas que poseen una ratio Precio/Ganancias elevado. Por el contrario, en las empresas de valor esta ratio es más baja, pero la distribución de dividendos es mayor. Muchos inversores eligen esta última forma analizando las proyecciones a futuro de las empresas.
¿Cómo invertir en mercados financieros?
Invertir en mercados financieros ofrece la posibilidad de hacerlo de dos maneras básicas. Si un inversor está familiarizado con los mercados puede optar por hacerlo él mismo. El objetivo suele ser obtener niveles de rentabilidad aceptables sin asumir demasiados riesgos.
Para estos casos, los inversores se vales de firmas corredoras de descuentos. Ellos ofrecen bajas comisiones y plataformas de accesos más amigables para que el inversor gestione sus inversiones.
Otros inversores, optan por contratar a un administrador de patrimonio. Este cobrará honorarios mediante un porcentaje de los activos administrados. Esta forma de inversión es más costosa, pero le evita al inversor la tarea de seguimiento constante y la toma de decisiones.
Diferencias entre invertir y especular
Para calificar las operaciones en mercados financieros como inversión o especulación, necesitamos analizar tres factores:
El riesgo: invertir en mercados financieros implica asumir la menor cantidad de riesgo posible. En el caso de la especulación los riesgos suelen ser más altos, buscando una mayor rentabilidad.
Los períodos de mantenimiento: una inversión suele ser acompañada por un mantenimiento de los instrumentos por un largo período de tiempo. Por el contrario, al asumir riesgos más altos, los períodos de mantenimiento de los activos financieros son mucho más cortos.
La rentabilidad: cuando se invierte en instrumentos financieros, la apreciación de su valor suele ser un factor menor. Se busca que la rentabilidad mayor provenga de los dividendos, algo que se produce a largo plazo. En cambio, quien especula, busca una rápida apreciación del precio del instrumento.
Nos pareció de suma utilidad para nuestros lectores abordar el concepto de invertir en mercados financieros. Con este artículo pretendemos sentar las bases de un conocimiento profundo que usted puede ampliar sumándose a nuestra Escuela de Trading. Lo esperamos.
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