Cuando hablamos de apreciación de capital, nos estamos refiriendo al aumento que se produce en el precio de mercado para una inversión. Esta revalorización del capital también tiene como base la oferta y la demanda que se produce para el o los activos que integran la inversión. Un aumento en el precio de una inversión no necesariamente habla de un estado determinado de la economía y de las finanzas. Las expectativas que existen entre los inversores puede ser un factor que provoque ese aumento. A modo de guía para nuestros lectores, abordaremos cómo se produce esa revalorización y el papel que tiene para los inversores.

¿A qué llamamos apreciación de capital?

Sabemos que la apreciación, tanto de un bien como de un activo financiero, es el aumento en su precio o valor. Ahora bien, la apreciación de capital hace referencia al aumento del valor de mercado de una inversión.

Estos cambios en el precio de mercado ocurren por diferentes causas. Si un inversor compra determinadas clases de activos a un precio X y con el transcurso del tiempo, esos activos tienen un precio mayor al que fueron adquiridos, estamos en presencia de una apreciación de capital. Si el inversor, finalmente vende esos activos y obtiene más de lo que invirtió, la diferencia será una ganancia de capital.

Una inversión puede estar integrada por una cartera que combina distintas clases de activos. También puede ser un único activo financiero. A diferencia de los especuladores, los inversores esperan una apreciación de capital. Sin embargo, la apreciación no es la única fuente de ganancias del inversor. También lo son los dividendos que distribuyen periódicamente algunos activos. Los intereses que pagan los activos de renta fija. Todo esto, junto a la apreciación del capital, contribuye a las ganancias del inversor.

Aunque el lector ya estará consustanciado con esto, aquí un detalle de los activos financieros más importantes:

  • Acciones
  • ETF y otros fondos que rastrean algún activo subyacente, por ejemplo, un índice bursátil.
  • Productos básicos como los agropecuarios, petróleo, oro.
  • Fondos mutuos y todos aquellos fondos que invierten en varios activos.

Un dato particular. La apreciación de capital no se grava impositivamente hasta que el activo se vende y inversor obtiene una ganancia de capital. La tasa con la que será gravada esa ganancia es variable. Depende de la inversión inicial y del plazo en que el inversor retuvo los activos.

¿Por qué se produce la apreciación de capital?

Si tomamos una acción o cualquier otro activo de renta variable, podemos afirmar que las razones para su apreciación son varias. Una apreciación de capital puede ser el resultado de condiciones particulares de la compañía que emitió la acción o, por causas macroeconómicas.

Veamos las dos posibilidades. Una empresa presenta su reporte trimestral de ganancias y en sus proyecciones espera un fuerte crecimiento en las ventas. Los inversores verán como una oportunidad comprar acciones de esta empresa y esto empujará la suba.

En términos macroeconómicos, un ejemplo podemos ubicarlos en una baja de la tasa de referencia. Si la Reserva Federal adopta una medida de estas características, se incentivará el crédito y habrá más dinero para volcar a los mercados de renta variable. Esto tiene como resultado una apreciación de capital.

¿Cómo invertir para alcanzar una valorización del capital?

El objetivo básico de todo inversor es lograr una apreciación de capital. Esto significa que aquella persona o institución que invierte una cantidad de dinero espera, al cabo de un tiempo, un aumento de ese capital. Este tipo de inversiones difieren de aquellas que solo buscan evitar la desvalorización del capital, por ejemplo, a través de bonos gubernamentales. Es importante considerar que los fondos que buscan una apreciación del capital entrañan un riesgo mayor. Este tipo de inversiones incluyen acciones de fuerte crecimiento en el mercado de valores.

Existen también, los bonos de apreciación de capital. Se trata de los valores municipales. Son títulos de los gobiernos locales que van acumulando los intereses devengados. Al cumplirse los plazos de vencimiento, el inversor recibe el capital invertido más los intereses acumulados.

Ejemplo práctico

Un inversor adquiere en el mercado una acción de una compañía determinada, pagando $ 150. Esta acción paga, al cabo de un año, un dividendo de $ 15, un 10% del capital invertido. Además, transcurrido ese año, el valor de la acción es de $ 180. Se ha producido una apreciación de capital del 20%. A eso debemos sumarle el 10% obtenido de dividendos. En definitiva, el inversor obtuvo un rendimiento total de $ 45 o lo que es lo mismo, un 30% del capital invertido.

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