Operar en los mercados financieros requiere de una estrategia bien elaborada a los fines de obtener un beneficio. Por lo general, los inversores buscan que su capital aumente a partir de tomar posiciones largas. Esto significa comprar un activo financiero, esperando que ese activo aumente su valor al cabo de un tiempo. También existen instituciones que especulan en el mercado y pueden tomar posiciones cortas con la expectativa de que el activo pierda valor. Vamos a analizar las posiciones largas y las diferentes formas que adquiere, dependiendo del activo con que se esté operando.
¿A qué llamamos posiciones largas?
Las posiciones largas son las más comunes al operar con cualquier clase de activos. El concepto de posición larga tiene diferentes connotaciones según el tipo de instrumento financiero del que se trate.
En general, las posiciones largas son aquellas que se toman esperando que el activo suba de precio. Es, siempre, una posición alcista.
En el mercado Forex, las posiciones largas son aquellas que se abren cuando se especula que el par va a subir. Esto significa que la moneda de base se apreciará contra la moneda de cotización. Estas operaciones pueden ser en plazos muy cortos o no. Depende de la estrategia de trading que se haya fijado el trader.
En el mercado de acciones, las posiciones largas son aquellas que hacen referencia al tiempo, además del valor. El inversor adquiere acciones de una compañía porque confía que con el paso del tiempo el precio de la acción irá subiendo.
Pero, donde podemos observar con mayor frecuencia el término de posiciones largas es en los mercados de opciones y de futuros.
En este tipo de contratos, también se espera que el activo subyacente suba. En estos casos, el inversor que compra una opción intenta asegurarse un precio.
Las inversiones a largo plazo
Cuando los inversores adquieren activos como bonos o acciones, sus expectativas están colocadas en el largo plazo. Se espera que el precio suba y, de esta manera, obtener un rendimiento.
Las posiciones largas son las que podemos encontrar con mayor frecuencia en los mercados. Los inversores minoristas compran activos con la intención de mantenerlos en su poder el mayor tiempo posible.
En estos casos, el concepto de posiciones largas está vinculado con el plazo de mantenimiento de un activo en la cartera y las expectativas alcistas respecto a su precio.
Las posiciones largas con respecto al mantenimiento en el tiempo ofrecen al inversor el beneficio de no tener que estar pendiente de la evolución diaria de su activo.
Claro que, en el camino existen las dificultades por las que pueden atravesar los mercados financieros. Durante la pandemia de Covid-19, la mayoría de los mercados sufrieron una profunda retracción. Estos cambios obligan a los inversores a replantearse sus estrategias.
Hablando también del largo plazo, las posiciones largas tienen como contrapartida una inmovilización del capital invertido. Esto, podría provocar la pérdida de oportunidades más rentables.
Posiciones largas en los contratos de opciones
Ya mencionamos que las posiciones largas para activos como acciones y bonos están más enfocadas en el tiempo. Esto no es así en los mercados de contratos de opciones.
El inversor que posee una posición larga es aquel que tiene la posesión del activo subyacente. El inversor que ha comprado una opción sobre un determinado activo posee una posición larga, ya que tiene la alternativa de adquirir el activo o mantenerlo en su cartera.
El titular de una posición larga en un contrato de opciones considera que el activo subyacente va a subir de precio.
Debido a las características de los contratos de opciones, las posiciones largas pueden hacer referencia también a una expectativa bajista. El titular de una posición larga, que tiene en su cartera un contrato o el activo subyacente puede especular que el precio del activo bajará. Entonces compra una opción de venta. La intención es lograr vender el activo a un precio ventajoso, luego de considerar que se moverá a la baja.
Usted se preguntará ¿cómo son las posiciones cortas en estos casos? Aunque nos explayaremos más en un próximo artículo, aquel que tiene una posición corta no posee el activo subyacente.
En estos casos, se cree que el precio del activo caerá. Toma prestado el activo subyacente, lo vende, y luego realiza una recompra del activo a un precio menor. Allí, lo devuelve obteniendo un beneficio entre la venta y la recompra.
¿Qué ocurre con los contratos de futuros?
En los contratos de futuros, las posiciones largas están vinculadas a la necesidad de asegurarse un precio ventajoso cuando el activo subyacente está subiendo. El titular de esta posición posee un contrato de compra a un precio determinado. El poseedor del activo está obligado a entregar el activo, al vencimiento del contrato, al precio convenido. Lo mismo ocurre con un contrato de venta.
Entre los especuladores puede ocurrir que el titular de una posición larga no desea poseer el activo. Entonces lo que haces es vender el contrato en el mercado de futuros.
Como usted podrá apreciar, hablar de posiciones largas en los mercados financieros puede tener diferentes concepciones. Conocerlas forma parte de la definición de las estrategias para operar. Si desea ampliar sus conocimientos de cómo intervenir en los mercados financieros, lo invitamos a conocer nuestra Escuela de Trading. Contamos con diferentes programas de formación. Desde los conocimientos básicos hasta los más avanzados. Visítenos.
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