Es habitual leer o escuchar entre los especialistas en mercados financieros la expresión “dejar correr las ganancias”. Así dicha, parece solo una expresión de deseo. Pero, es mucho más que eso. Se trata de una invitación a desterrar esos sesgos psicológicos que provocan que muchos inversores cierren sus buenas posiciones antes de tiempo. Las emociones constituyen un condicionante muy fuerte para nuestras operaciones en los mercados. El miedo, la codicia y la necesidad de seguridad se hacen presentes a cada instante. Esto es propio de la naturaleza humana. Sin embargo, esas emociones nos alejan de decisiones racionales y nos impiden obtener mejores resultados cuando se trata de operaciones financieras.

Dejar correr las ganancias invita al inversor a agotar todas las posibilidades que tiene una posición. Ya hemos mencionado que la mayoría de los inversores tienen la tendencia de vender antes de tiempo y dejar correr las pérdidas más de los debido.

Las finanzas conductuales definieron a estas tendencias como aversión a las pérdidas. Los operadores de mercados financieros sufren más por una pérdida de lo que disfrutan de una ganancia del mismo valor. Es extraño, ¿no?

¿Qué significa dejar correr las ganancias?

En un artículo anterior, hacíamos referencia a lo que sostiene Norman Welz, psicólogo y periodista que ha profundizado sobre la psicología del trading. Welz nos advierte que “el trading es uno de los negocios más inseguros”. Y, como todos los seres humanos, usted está en la búsqueda de la seguridad. Eso implica la aparición del miedo como sesgo psicológico en nuestras operaciones.

Entonces, dejar correr las ganancias es más que una simple exhortación a mantener una posición abierta. Se trata, fundamentalmente, de enfrentar ese sesgo psicológico que nos hace cerrar posiciones ganadoras antes de tiempo.

¿Por qué lo hacemos? Otra vez el miedo. Cuando vemos que nuestra posición está subiendo, nos invade el temor de que la tendencia se revierta. Que otros como usted, salgan a tomar ganancias y el precio se derrumbe. En lugar de dejar correr las ganancias, salimos de la posición por temor. Preferimos evitar los fundamentos, el análisis técnico queda de lado y le damos paso a los sesgos cognitivos que nos condicionan.

Dejar correr las ganancias invita a los inversores a confiar en el valor intrínseco de un activo. Es un llamado a agotar todas las posibilidades que nos brindan los fundamentos y el análisis técnico.

Lo curioso de un comportamiento que nos hace salir antes de una posición ganadora es nuestra actitud ante las pérdidas. Por esos vericuetos de la psicología humana, actuamos de forma contraria ante una posición derrotada.

Dejamos que nuestra posición perdedora siga corriendo. Esperamos a que la tendencia se revierta y nos saque del apuro.

Por lo tanto, dejar correr las ganancias actúa como dique de contención a los sesgos psicológicos que hacen que vendamos fuera de tiempo o que dejemos correr las pérdidas.

Los sesgos psicológicos que nos perjudican

¿Por qué nos vamos antes de tiempo de una posición ganadora? ¿Por qué nos quedamos más de la cuenta con una posición perdedora? Estas preguntas contienen a la mayoría de los inversores estándares. Por fortuna, la respuesta proviene de las finanzas conductuales. Los especialistas la denominan aversión a las pérdidas.

Por eso, dejar correr las ganancias se propone enfrentar esa aversión a las pérdidas. Por naturaleza, los seres humanos asignamos un valor más destacado a una pérdida que a una ganancia.

Para ser prácticos. Un inversor sufre más por una pérdida de $ 1.000 que el disfrute que le provoca ganar esos mil dólares.

Preferimos asegurarnos una ganancia que ya podemos ver, que vivir con el temor de un cambio de tendencia. Usted puede observar que no hay una pizca de racionalidad en esa aseveración. Y es así.

Pero ¿Qué ocurre con las pérdidas? Cuando una posición comienza a sr derrotada por el mercado, la mayoría de los inversores no activan sus Stop-Loss. Por el contrario, dejan que las pérdidas continúen, esperando que la situación cambie. Todo esto es el resultado de cuánto nos cuesta asumir las pérdidas. Tenemos aversión a ellas, inclusive en posiciones ganadoras.

¿Por qué un inversor vende una posición exitosa? Existen tres razones principales para no dejar correr las ganancias:

  • Comprar esas acciones fue un error comercial.
  • El precio de las acciones subió fuerte y de golpe.
  • El precio de la acción alcanzó un nivel por fuera de los razonable (recuerde las puntocom).

Por fuera de ellas, los sesgos psicológicos son responsables de vender en momentos inadecuados. Ya sea que se trate de posiciones ganadoras o perdedoras.

¿Hasta dónde debemos dejar correr las ganancias?

Estas es la pregunta que les quita el sueño a la mayor parte de los inversores ¿Debemos dejar correr las ganancias sin importar nada? No, no se trata de eso. Se trata de no dejarse llevar por los miedos. Si usted está operando una posición larga, seguro tiene un precio objetivo para ejecutar su orden take profit. Permita que el comercio llegue hasta allí.

Si queremos ser inversores racionales, el precio debe correr mientras los fundamentos y nuestro análisis técnico lo justifiquen. Si el precio sobrepasa el objetivo revea si existe una justificación. En caso de que no exista esa justificación, es posible que deba vender.

Si se encuentra ante una posición perdedora, no desactive sus Stop-Loss esperando que la tendencia se revierta. Limite sus pérdidas y cierre la posición. Tal como su plan de trading le indicó.

Claro que expresar “dejar correr las ganancias” es simple expresarlo como consejo. Lo complejo nace de poder dejar de lado las emociones, porque habitan en nosotros. Son parte de nuestra naturaleza. Es necesario entrenar nuestro cerebro con una psicología del trading adecuada.

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