Si usted es inversor y desea que sus activos financieros mantengan un nivel de rentabilidad estable, debe considerar a la inflación y la deflación. Ambos, son fenómenos económicos que afectan los precios de bienes y servicios. En definitiva, estos acontecimientos de la economía podrían influir en el comportamiento de los activos que componen su cartera de inversión.

Tanto la inflación como la deflación ocurren de manera más o menos periódica. Por lo tanto, un inversor inteligente debe estar preparado para detectar las señales que indican que los precios se moverán en un sentido o en otro.

Una referencia importante. Tanto un crecimiento en los precios de bienes y servicios como una contracción de estos afectarán los tipos de interés. La Reserva Federal, en el caso de Estados Unidos, ingresará a un profundo debate sobre cómo actuar con la tasa de referencia. Usted ya tiene, como inversor, las pistas para adaptar su portafolios de inversiones a la nueva situación.

En esta entrega de Club de Capitales hablaremos de cómo armar una cartera de inversión que lo proteja de la inflación o de la deflación, según sea el caso. Analizaremos cuáles son los instrumentos más adecuados para cada ocasión y cómo detectar las señales que necesitamos para actuar.

Hablemos de la inflación y sus inversiones

Recordemos, la inflación es un fenómeno de la economía en el cual los precios de los bienes y servicios aumentan en un período de tiempo.

En sí mismos, la inflación y la deflación no son procesos negativos. En el primero de los casos, los precios suben como resultado de una alta demanda. Los problemas aparecen cuando esa suba en los precios afecta el poder adquisitivo de los consumidores. Eso ocurre cuando los ingresos generales de la población van por detrás del alza de los precios.

Como inversor, usted debe saber que no todos los instrumentos financieros se comportan de la misma manera ante la inflación. Por eso, si en el horizonte aparece un escenario de aumento de los precios de bienes y servicios, es el momento de diversificar su portafolios de inversiones.

Sin dudas, el mercado de valores se adapta muy bien a la inflación. Acciones y fondos vinculados a estas son activos que deberá considerar. Sobre todo, los títulos de empresas vinculadas a bienes de consumo y servicios básicos. Los aumentos de precios provocarán aumentos en las ventas y, por consiguiente, un crecimiento del valor de mercado.

Si usted es proclive a una cartera de inversión más conservadora, querrá enfocarse en activos de renta fija. En ese segmento podrá encontrar los Valores del Tesoro protegidos contra la inflación (TIPS). Estos títulos son emitidos por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Si bien el interés que ofrecen se mantiene sin cambios, el valor a la par se ajustará por inflación. Para ello, se utilizará el Índice de Precios al Consumidor (IPC).

Dentro de los commodities, el oro es un excelente activo que lo protege del alza de los precios. De hecho, este metal es el histórico refugio de los inversores para proteger su capital.

Las inversiones vinculadas al mercado inmobiliario deben ingresar a su radar. Como puede ver, las opciones para proteger su cartera de inversión de la inflación son variadas.

Deflación, la otra cara de la misma moneda

Menos frecuente que la inflación, la deflación es el fenómeno opuesto. Se trata de un período en el cual los precios de bienes y servicios se mueven en baja.

¿Por qué ocurre esto? Que los precios caigan puede ser el resultado de diversos factores. Un exceso en la oferta de bienes y servicios puede conducir a la deflación. También, los precios caen cuando la demanda se contrae. Aquí, podemos sacar una conclusión. Una inflación que afecte el poder adquisitivo de los consumidores puede afectar la demanda. Entonces, la deflación puede ser una reacción a un proceso inflacionario excesivo.

Tenga en cuenta que, si está ante un escenario de fuerte inflación, el banco central puede elevar las tasas de interés. De esta forma, trata de enfriar la economía. El crédito se contra y la capacidad adquisitiva de la población disminuye. Es posible que se ingrese a un período de deflación.

¿Cómo proteger su cartera de inversión de la deflación?

A diferencia de la inflación, los procesos donde la deflación se manifiesta ponen a los inversores a la defensiva. Es el momento de reorientar sus inversiones hacia los activos más resistentes.

El lugar destacado comienzan a ocuparlo los bonos y títulos de deuda mejor calificados. Las estadísticas nos muestran que este tipo de activos se comportan mejor que las acciones durante una deflación.

Por supuesto, la mayor parte de los inversores optan por las diferentes variedades de títulos que ofrece el Departamento del Tesoro. Pero, recuerde, usted tiene a su disposición los bonos de deuda corporativos con calificación AAA. Los intereses que devengan pueden ser alentadores ante los precios que caen.

Pero, no todas son sombras en el mercado de valores. Existen sectores industriales que resisten muy bien a los períodos de desaceleración económica y, hasta a las recesiones. Se trata de las empresas vinculadas a productos de consumo masivo que la población no dejará de adquirir. Hablamos de elementos de higiene personal y del hogar. Alimentos procesados. Medicamentos. También puede analizar detenidamente las acciones que pagan dividendos regulares.

Por último, una alternativa más común. Puede colocar una parte de su capital en cuenta de ahorro y cuentas corrientes que devenguen intereses. Son alternativas de inversión en efectivo, al igual que los certificados de depósitos.

¿Quiere saber cuáles son las acciones más resistentes a una recesión? Haga clic aquí.

Elabore un plan para la inflación y la deflación

Lo ideal para protegerse de la inflación o la deflación es armar su cartera de inversión activo por activo. Esto puede resultar engorroso para un inversor individual. A veces, no se cuenta con el tiempo necesario y otras, carecemos de los elementos para un análisis pormenorizado.

En ambos casos, usted cuenta con diversas alternativas. La primera, y más efectiva, es solicitar la asistencia de un asesor financieros. Si usted trabaja con su banco de confianza, ellos estarán complacidos de brindarle el asesoramiento necesario.

Otra opción es adquirir participaciones en fondos mutuos o ETF que rastreen los activos más resistentes, ya sea a la inflación o la deflación.

Algo que también puede ocurrir es que usted no tenga claro a qué tipo de fenómeno se enfrenta. Su duda será si se avecina una inflación o una deflación. Los analistas recomiendan construir su portafolios de inversiones con activos resistentes a ambos fenómenos. Esta, no es una mala idea. Incluso, porque a un período de inflación puede sucederle uno de deflación.

Tenga presente que las decisiones que tome deberán considerar su resistencia al riesgo y el horizonte temporal al que se enfrenta. Una fuerte resistencia al riesgo puede hacer que ponga su mirada en inversiones en el extranjero. Suelen ofrecer excelentes niveles de rentabilidad.

Por otro lado, dependiendo de su horizonte temporal, podrá tomarse con calma la etapa y ver qué sucede. Ahora bien, si usted no dispone de un tiempo prolongado para una recuperación, deberá trabajar de inmediato en su nueva cartera de inversión.

Tenemos una invitación para usted

Para finalizar. Una base sólida para proteger su portafolios de inversiones de escenarios de inflación o de deflación, comienza con una adecuada capacitación. Usted puede dar ese primer paso para convertirse en un inversor profesional. Visite la Escuela de Trading de Club de Capitales. Conozca nuestros avanzados programas de formación online. Abra las puertas a gestionar sus propias carteras de inversiones. Conviértase en un profesional de los mercados financieros.