La aversión a la pérdida es un sesgo del comportamiento humano bastante complejo y muy extendido. Por algún mecanismo de nuestro subconsciente, los seres humanos percibimos una pérdida de una forma más profunda que la manera en que valoramos de una ganancia de la misma magnitud. Las finanzas conductuales han profundizado sobre este sesgo psicológico ya que el nivel de daño en los resultados financieros es bastante importante.
Sentir aversión a la pérdida no es un problema en si mismo. De hecho, la mayoría de nosotros buscamos el camino de la certidumbre y preferimos mantenernos alejados de las pérdidas. Pero, como sesgo conductual en las operaciones financieras, este temor provoca acciones irracionales por parte de los inversores. Muchas de esas acciones terminan con un resultado peor al que los atemorizaba. La aversión a la pérdida aleja a inversores y traders del camino de la racionalidad. Vamos a conocer algunas medidas que podemos adoptar para minimizar los efectos de ese sesgo psicológico.
¿Cómo funciona la aversión a la pérdida?
Las pérdidas nos afectan como seres humanos de manera importante. No importa de qué se trata la pérdida. Cuando éramos niños, si perdíamos un juguete, podíamos pasarnos horas llorando. En nuestra vida adulta ocurre algo similar y comenzamos a desarrollar un sesgo psicológico conocido como aversión a la pérdida.
De acuerdo con los especialistas en finanzas conductuales, los seres humanos ya venimos programados para desarrollar una aversión a la pérdida. En psicología, se considera que el dolor provocado por una pérdida es dos veces superior a la alegría que se experimenta cuando ganamos.
En el mundo de las finanzas, este rechazo a perder se manifiesta de una forma profundamente negativa para los intereses del trader o del inversor.
Pero, vayamos por parte.
Tal como lo señala la psicología, en el trading, la aversión a la pérdida se manifiesta con un dolor mucho mayor por una posición derrotada que la alegría o tranquilidad que nos provoca una posición ganadora. Aun, cuando ambas sean de la misma magnitud. Nos duele más perder $ 1.000 que la alegría que sentimos por ganar $ 1.000.
Hasta acá, el trading no se diferencia de la vida cotidiana. El problema es cómo responde el inversor a una posición derrotada. La aversión a la pérdida hace que los operadores se comporten de maneras bastante irracionales.
Todo comienza con la negación de la pérdida. El operador se convence de que esa posición que se mueve en su contra transita un fenómeno momentáneo. Comienza corriendo hacia abajo sus Stop-Loss para darle la oportunidad al activo de que se recupere. Por lo general, esto no ocurre y las pérdidas se profundizan.
Como resultado de todos esto, digamos que la aversión a la pérdida lleva al inversor a auto infringirse una derrota aún mayor.
Las pérdidas existen, minimicemos la aversión
Así como no existe el mundo perfecto, al menos por ahora. No existen mercados financieros sin pérdidas. Los inversores profesionales operan bajo la consideración de que deben aceptar un nivel determinado de derrotas en sus inversiones.
La aversión a la pérdida, como sesgo psicológico, nos aleja de esa concepción. Nos hace actuar de manera irracional y, como dijimos antes, el resultado son derrotas mayores.
De lo que se trata es de desarrollar una psicología del trading en la cual pongamos un freno a la aversión a la pérdida. De esta forma, aceptamos las derrotas, convivimos con ellas y generamos los mecanismos para minimizarlas.
Al minimizar nuestras pérdidas, vamos también reduciendo el sesgo cognitivo de la aversión.
Existen varias estrategias que podemos poner en marcha para alejarnos de la aversión. Nuestra primera recomendación es la Asignación Estratégica de Activos. Consiste en tener una cartera diversificada entre instrumentos de mayor y menor riesgo. Mantener una proporción constante de cada uno de ellos y, cada cierto tiempo, reequilibrarlos de acuerdo con los resultados obtenidos.
En el caso del trading, un mecanismo para enfrentar la aversión a la pérdida es el de cortar las pérdidas. Está en la misma sintonía de dejar correr las ganancias. pero, en este caso, con acciones para ponerle un freno a las posiciones en contra.
Si usted, como trader, posee una estrategia, un plan de trading, cíñase de manera estricta a él. En el caso de que una posición se vuelva en su contra, deje que actúen las Stop-Loss. Ellas son el resultado de su análisis técnico y de los fundamentos.
Quienes actúan bajo la influencia de los sesgos psicológicos, comienzan a manipular las paradas de pérdidas esperando que el activo tome otro rumbo. No haga eso.
No todas son malas noticias con las pérdidas
Si partimos de la consideración de que los mercados se mueven por el accionar de seres humanos. Y, muchos de ellos, se comportan de manera irracional, el resultado es que tenemos mercados con comportamientos no siempre racionales.
No importa qué tan buen operador sea, la incertidumbre gobierno a los mercados. Es aquí donde su profesionalismo debe aparecer. Las pérdidas pueden ser una fuente de mucha información. Sobre todo, si sabemos procesarlas con racionalidad, utilizando todas las herramientas a nuestra disposición.
Si usted toma decisiones racionales y elabora estrategias profesionales, los sesgos psicológicos, sobre todo la aversión a la pérdida, irán desapareciendo.
El inversor inteligente utiliza una derrota para aprender de ella. Saca conclusiones basadas en el razonamiento y no en las emociones.
Usted puede convertirse en un inversor inteligente y derrotar la aversión a la pérdida y otros sesgos psicológicos ¿Cómo? Mediante una sólida capacitación en operaciones en los mercados financieros. Así, actuará de forma racional, tomando decisiones basadas en información confiable y en sus propios análisis. La Escuela de Trading de Club de Capitales, pone a su disposición sus programas de formación online. Cientos de alumnos que pasaron por nuestros diferentes cursos, hoy son inversores profesionales. Es el momento para usted se de su oportunidad.
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