Gracias a las finanzas conductuales sabemos que muchas de nuestras decisiones están influidas por las emociones. A esas influencias se las denominan sesgos psicológicos o sesgos cognitivos. Son parte de la naturaleza humana y de la forma en que nuestro cerebro ordena el proceso de toma de decisiones. Sin embargo, estos sesgos, en el caso del mundo de las finanzas y los mercados, nos alejan de las decisiones racionales.
Las finanzas conductuales nos ponen de cara a esa realidad. Nuestras decisiones financieras no son todo lo racional que quisiéramos. De hecho, debido al comportamiento de manada, los mercados atraviesan etapas de fuertes influencias de las emociones.
Hablemos, entonces, de 6 sesgos psicológicos que usted debería evitar cuando opera como inversor o como trader.
¿Qué son los sesgos psicológicos y cómo influyen en los mercados financieros?
La psicología ha denominado sesgos psicológicos o sesgos cognitivos a determinados procesos que nuestro cerebro realiza para la toma de decisiones. Se trata de atajos o trampas que sirven para agilizar esa toma de decisiones.
El problema radica en que esos sesgos o atajos sirven para evitarnos ciertos procesos racionales que podrían demorar el acto de decidir. Los sesgos psicológicos se desarrollan desde nuestra edad temprana y, muchos de ellos, están basados en la experiencia.
En la vida cotidiana estos atajos cumplen un rol significativo. Por ejemplo, si estamos ante la presencia del peligro, nuestro cerebro, gracias a los sesgos cognitivos actúa con rapidez. Nos alejamos de manera inmediata del peligro. Nuestro cerebro evita el proceso de evaluar ese peligro, analizar la capacidad de daño que podría provocarnos. Simplemente, da la orden de huir.
Pero, lo que en la vida cotidiana puede ser de mucha utilidad, no lo es tanto en los mercados financieros. Actuar en base a sesgos psicológicos puede ser perjudicial para nuestros resultados.
Actuar bajo la influencia de las emociones es algo que ocurre a menudo en los mercados. En las páginas de Club de Capitales venimos realizando un extenso abordaje sobre las conductas emocionales de los inversores.
Nuestro objetivo es que, tanto traders como inversores, puedan actuar de la forma más racional posible. Sabemos que no es sencillo. Debido a esto, las finanzas conductuales es una disciplina, cada vez, más consultada.
Si desea conocer más acerca de las Finanzas Conductuales haga clic aquí para leer nuestro artículo sobre este tema.
Evite estos sesgos cognitivos para asegurar la calidad de sus operaciones en los mercados
Dijimos que los sesgos psicológicos son atajos que nuestro cerebro realiza para tomar decisiones. En los mercados financieros, estos atajos actúan como trampas. Nos llevan por caminos que pueden ser erróneos, alejándonos de decisiones más exitosas.
No pretendemos que su cerebro se desprenda de sus sesgos cognitivos. Eso sería casi imposible. Pero, si usted aprende a identificarlos y se detiene antes de actuar, podrá tomar decisiones más racionales.
# 1 – Sesgo cognitivo de anclaje
Se trata de una verdadera trampa, vinculada con el exceso de confianza en la información que posee.
Es posible que toda esa información esté embebida por datos pasados y que, en muchos casos, ya no responda a la realidad.
Nuestro cerebro ha acumulado información sobre productos, activos financieros y mercados. El atajo se manifiesta solo considerando esa información ¿Y si las condiciones han cambiado?
Los analistas de los sesgos psicológicos, para ejemplificar la trampa del anclaje, nos hablan de la experiencia de Radio Shack. Los inversores en valores de esta compañía de venta de productos tecnológicos disfrutaron de grandes beneficios durante las décadas de 1980 y 1990.
Todo esto duró hasta la aparición de Amazon. La trampa del anclaje como sesgos psicológicos hizo que muchos inversores se mantuvieran fieles a Radio Shark. Sus experiencias anteriores les impidió ver el golpe. La empresa estuvo al borde de la quiebra en varias oportunidades. Pasó de casi 8 mil puntos de venta a 70 en 2017.
Los mercados financieros están recorridos por la incertidumbre. Tomar decisiones basadas solo en la experiencia anterior puede ser una trampa mortal. Si quiere evitarla, manténgase flexible. Realice sus propios análisis o recurra a expertos que pueden aportarle una visión más actual y con perspectivas.
# 2 – Las pérdidas anteriores pueden ser una trampa
Las malas decisiones financieras del pasado actúan sobre nuestra percepción del presente y del futuro. Es uno de los sesgos psicológicos más fuertes al que usted se enfrenta.
Haber tomado una mala decisión con respecto a algún instrumento financiero hace que automáticamente huya de él. Esto también es un error motivado por las emociones. El dolor de pérdidas anteriores se presenta muy a menudo.
Uno de los problemas de este sesgo cognitivo es que resulta muy difícil aceptar las malas decisiones. Nos mantenemos en ellas pensando que en algún momento vamos a recuperarnos de esta decisión fallida.
Nuestro accionar en los mercados financieros requiere de acciones racionales y pragmáticas. Si una inversión salió mal, no tema. Analice sus posibilidades, salga de las posiciones derrotadas y elija activos con mejores posibilidades de resultados favorables.
# 3 – En busca de la confirmación, un sesgo psicológico que puede jugarle en contra
Muy vinculado al sesgo cognitivo anterior, es común que los inversores busquen confirmar sus operaciones fallidas con otros que también han fallado. En algunos países suele utilizarse un dicho muy popular que dice “mal de muchos, consuelo de tontos”.
El comportamiento de manda es un factor psicológico clave en este tipo de trampas. Sobre todo, si se trata de operaciones que no salen como esperábamos.
Es importante, para evitar este sesgo psicológico, que su confirmación no provenga de la multitud. Los fundamentos y el análisis técnico son las herramientas que le darán una confirmación o la necesidad de un cambio de rumbo.
# 4 – Cuidado con mirar hacia otro lado
A este sesgo psicológico se lo conoce como trampa de la ceguera. Es bastante habitual en la vida cotidiana y, en las finanzas conductuales, puede ser de temer.
¿De qué se trata? Es bastante simple. Cuando hemos tomado una decisión fallida, a diferencia del sesgo cognitivo anterior, no buscamos una confirmación de nuestro accionar. Lo que hacemos es retrasar la corrección del error. Se la llama trampa de la ceguera porque elegimos mirar hacia otro lado, en lugar de enfrentar el problema.
Las finanzas conductuales le asignan un carácter recurrente a este atajo. El temor que nos provoca haber tomado una decisión equivocada nos mueve a postergar la solución. Esto sucede porque, en ocasiones, corregir un error en nuestras inversiones es también una decisión dolorosa.
Sin embargo, al postergarla solo profundizaremos los malos resultados…y el dolor no desaparecerá.
Nadie está exento de tomar malas decisiones en su plan de inversiones. Inclusive, su decisión puede haber sido correcta, pero un cambio de rumbo en los mercados cambió todo.
Afronte la pérdida lo más rápido posible. Utilice los fundamentos y el análisis técnico para corregir el rumbo.
# 5 – el exceso de confianza como sesgo irracional
Si la incertidumbre no fuera un componente cotidiano en los mercados financieros, todos ganaríamos todo el tiempo. Algo que, materialmente, es imposible. Siempre, en los mercados hay quienes ganan y quienes pierden.
El problema aparece como sesgo psicológico cuando no asumimos la presencia constante de la incertidumbre. Analizamos al futuro como una continuidad lineal del pasado. Si nos enfocamos en analizar las diferentes crisis financieras por las que hemos atravesado, veremos lo lejos que estamos de la certidumbre.
Entre los sesgos cognitivos, el exceso de confianza aparece cuando reforzamos el pensamiento de que el futuro es una continuidad del pasado.
Sin embargo, las corridas bancarias, el pánico financiero, las burbujas y las tendencias al alza y a la baja, existen. No puede abstraerse de esto.
Alan Greenspan, decía que cuando muchos inversores con exceso de confianza se juntan, aparece la exuberancia irracional. Esa exuberancia se traduce en codicia. Pero, esa codicia que impulsa al mercado más allá de los límites, en algún momento encontrará una fuerte corrección. Es en esa corrección que solo los que vieron el cambio de tendencia tiempo saldrán airosos. Los demás recogerán sus pérdidas.
# 6 – el sentimiento de superioridad. Uno de los peores sesgos psicológicos
Las finanzas conductuales identifican al exceso de confianza en más alta expresión con una trampa de superioridad.
Muchos inversores confían demasiado en sus conocimientos, formación y habilidades adquiridas. Esto no estaría mal si no fuera que puede llevarnos por mal camino. Un pensamiento de superioridad nos puede encaminar por la vía de lo que ya consideramos correcto, abandonando los fundamentos y el análisis técnico.
La mayor habilidad consiste en someter nuestras decisiones a un escrutinio de racionalidad permanente. Considerar que lo que ya sabemos sobre un mercado o un valor es suficiente para ganar. Se trata de un “pecado mortal”.
Aunque sabemos, gracias al aporte de las finanzas conductuales, que es muy difícil deshacerse de los sesgos psicológicos, queremos ayudarlo a transitar por el camino de la racionalidad. Por eso, los Servicios de Membresías de Club de Capitales le ofrece análisis diarios de los mercados, basados en una potente herramienta: Las Ondas de Elliott. Reciba todos los días un completo análisis de los principales instrumentos financieros. Opere en los mercados financieros apoyado en información de calidad.
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